11/02/2012
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba emitió una declaración
en la que denuncia la política subversiva de Estados Unidos hacia la Isla, que
se promueve a través de la Sección de Intereses norteamericana en esta ciudad,
la cual reproducimos íntegramente a continuación. La Sección de Intereses de
los Estados Unidos (SINA) en La Habana sigue fungiendo como cuartel general de
la política de subversión del gobierno norteamericano contra Cuba, que tiene
entre sus propósitos fundamentales fabricar un movimiento de oposición al
gobierno legítimo de Cuba y fomentar la desestabilización interna para provocar
un “cambio de régimen “en nuestro país.
Como ha sido denunciado con anterioridad, durante los últimos años, la
SINA ha continuado realizando actividades ilegales, que nada tienen que ver con
las funciones de una misión diplomática y que consisten en promover, asesorar,
instruir, entrenar, financiar y abastecer con medios y tecnologías diversas a
sus mercenarios en Cuba. Diplomáticos de esa oficina incitan permanentemente a
estas personas, que responden a los intereses del Gobierno de los Estados
Unidos contra Cuba a cambio de una buena retribución monetaria, a protagonizar
acciones provocadoras, desplegar campañas de manipulación sobre la realidad del
país y actuar contra el orden constitucional cubano.
En su empeño por ejercer un papel rector en la tarea imposible de
convertir a sus mercenarios en un movimiento creíble de oposición interna, la
SINA canaliza fondos del presupuesto del Gobierno de los Estados Unidos y
medios financiados por este para alimentar el negocio de la subversión interna.
En su labor de injerencia en los asuntos internos de Cuba, la SINA ha
llegado al extremo de asumir tareas de capacitación, estableciendo dentro de su
sede locales y centros ilegales de Internet para proveer entrenamiento e
impartir cursos a personas, con el objetivo de que actúen contra los intereses
del Estado cubano, en violación flagrante de la Convención de Viena sobre
Relaciones Diplomáticas, de las leyes cubanas y del propio acuerdo que dio
origen al establecimiento de la Sección de Intereses.
En Cuba, como en muchos países, se requiere del consentimiento del Estado
cubano y de la aprobación del Ministerio de Educación Superior para poder
impartir programas docentes o cursos. También se necesita la autorización y una
licencia de operación del Ministerio de Informática y Comunicaciones para
ofrecer servicios de Internet. La SINA no cuenta con ningún permiso para dar
estas prestaciones, que realiza sin la anuencia de las autoridades cubanas, por
lo que son ilegales.
Resulta inaceptable y cínico que este tipo de programas que promueve
la SINA, incompatibles por demás con las funciones de una misión diplomática,
sean desarrollados por el país que sostiene, por ley y por decisión de su
gobierno, una política de abierta hostilidad y bloqueo dirigida a doblegar y
destruir a la Revolución, que, entre otros aspectos, restringe el libre
intercambio educacional, cultural, académico, científico y deportivo entre los
dos países e impide a Cuba conectarse a las decenas de cables submarinos que
rodean la isla para poder acceder a Internet.
Existen pruebas irrebatibles de que las actividades ilegales que
realiza la SINA son financiadas con fondos oficiales del gobierno
norteamericano, que en sumas millonarias son adjudicados anualmente al
Departamento de Estado y a la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo
Internacional (USAID), en virtud de la sección 109 de la Ley Helms-Burton, que
tiene como objetivo explícito promover un cambio en el sistema político,
económico y social de Cuba.
Estas acciones subversivas, unidas al recrudecimiento del bloqueo
económico, comercial y financiero, la persecución cada vez más feroz de las
transacciones financieras cubanas y la utilización de nuevos pretextos para
evadir la propuesta de sostener un diálogo serio, respetuoso y en condiciones
de igualdad entre ambos países, que Cuba ha reiterado, demuestran que el actual
Gobierno de los Estados Unidos no tiene la voluntad real de dejar atrás las
peores políticas y prácticas de la Guerra Fría y no desiste de sus intentos por
tratar de someter a nuestra nación a su dictado.
El Ministerio de Relaciones Exteriores denuncia las actividades
ilegales, injerencistas, ofensivas y provocadoras de la Sección de Intereses de
los Estados Unidos y demanda el cese de su incitación permanente a la
realización de acciones dirigidas a subvertir el orden constitucional que el
pueblo cubano ha elegido legítima y soberanamente..
El Ministerio de Relaciones Exteriores ratifica que Cuba no cederá
terreno a la injerencia y que utilizará todos los mecanismos legales a su
alcance para defender la soberanía conquistada y hacer valer el respeto al
pueblo cubano y a las leyes del país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.