Borjas responsabiliza a altos
funcionarios del gobierno por lo que le suceda ella y a su familia
COMUNICADO
A la comunidad
nacional e internacional, a los organismos de derechos humanos y especialmente
ante el pueblo hondureño, denuncio públicamente el atentado dirigido hacia mí
integridad física, que de no ser por la protección divina que permitió una
confusión de vehículos hubiera producido fatales consecuencias para mí persona.
Hechos
Desde mí salida
ilegal e injusta de la Policía Nacional, como profesional con una hoja de
servicio limpia, a pesar de las amenazas a las que he estado expuesta por las
denuncias constantes que he realizado, me he desplazado sin ningún tipo de
seguridad y como cristiana normalmente acudo con frecuencia a visitar la casa
de una amiga, donde algunas veces nos reunimos en un grupo de oración.
El día viernes dos (2) de los corrientes alrededor de las nueve de la noche (9) pm, la hija de mí amiga, cuyo nombre omito por razones de seguridad, fue interceptada por una camioneta que estaba estacionada vigilando, en el trayecto que usualmente recorro para regresar a mi casa, cuando salía de la casa de su madre tras hacer la misma maniobra que yo realizo para dirigirme a mi casa de habitación. La señora se conducía en un vehículo exactamente igual al de mí propiedad.
De inmediato y
después de interrumpir abruptamente su circulación con la camioneta en que se
conducían, se bajaron tres individuos vestidos de negro, usando pasamontañas y
chalecos antibalas que los identificaban como policías, cerrojearon los fusiles
que portaban mientras encañonaban a la hija de mi amiga y sus menores hijos,
quienes la acompañaban.
Afortunadamente
la señora iba con la ventanilla del conductor abierta y el individuo que se
encontraba más próximo a ella observó el rostro de la joven y se percató que no
era la persona que buscaban, ya que él hizo una señal a sus compañeros para
abortar la operación e inmediatamente abordaron la camioneta y se alejaron del
lugar dejando aterrorizados a los ocupantes del vehículo.
Analizando como
sucedieron los hechos, considero esto como un fallido atentado contra mi vida y
por lo tanto responsabilizo de lo que pueda sucederme a mí o a mi familia al
Presidente de la República Porfirio Lobo Sosa, al Presidente del Congreso
Nacional Juan Orlando Hernández, al Secretario de Seguridad Pompeyo Bonilla y
al Director General de la Policía Nacional Juan Carlos Bonilla Valladares.
Condeno
categóricamente el hecho de que miembros de la institución encargada de velar
por la vida e integridad física de las personas, utilizando vehículos, equipo,
armamento y la formación recibida por parte del Estado atenten contra la vida
de los ciudadanos que están obligados a proteger.
Exijo a las
autoridades competentes la investigación y esclarecimiento de este repudiable
hecho, que pone en peligro la integridad personal de quienes consideramos un
deber ético señalar las irregularidades del sector justicia, adoptando medidas
de prevención y protección en el marco del respeto a los derechos humanos.
Tegucigalpa a los 6 días del mes de noviembre del 2012.
Comisionada (R) María Luisa Borjas
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