Los resultados electorales de Brasil están más claro que los de Chile
en elecciones realizadas el mismo día
La izquierda se consolida en medio de dispersión
política
2-11-2012 -
Tomado de PES
Fabiana Fraysssinet (IPS/Río de Janeiro).- Pese a los pronósticos adversos, el izquierdista
Partido de los Trabajadores (PT) sigue siendo un jugador fundamental en la
política de Brasil, según los resultados de las elecciones municipales,
mientras la fragmentación del espectro partidario crece a medio camino de los
comicios presidenciales.
Sumados
los cómputos de la primera y segunda vuelta electoral en los 5.568 municipios
de Brasil, las principales fichas de los partidos políticos ya están ubicadas
en el tablero nacional, pero la gran final de la competencia por la Presidencia
en 2014 no está para nada perfilada aún.
Una de las razones de esta incertidumbre es que el
panorama partidario aparece cada vez más fragmentado tras la segunda ronda
comicial, celebrada en 50 distritos el domingo 28 de octubre, explicó a IPS el politólogo
Tullo Vigevani, de la Universidad Estadual de São Paulo y del Centro Estudios
de Cultura Contemporánea.
Ya son 11
las agrupaciones que se reparten el poder políticos en las 26 capitales
estaduales, 17 de las cuales se decidieron en segunda vuelta. En total son 26
los partidos que gobiernan municipios en este país con 194 millones de
habitantes.
Según los
últimos datos publicados por el portal oficial de noticias Empresa Brasil de
Comunicação (EBC), el sector que más votos recogió en general fue el PT, que
gobernará 635 alcaldías donde residen en total 37,2 millones de personas. Entre
las urbes ganadas por el partido de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, se
cuentan cuatro capitales estaduales.
Por su parte, el centrista Partido del Movimiento
Democrático Brasileño (PMDB) ganó 1.023 alcaldías, dos de ellas capitales
estaduales, pero con menos población en total que las que gobernará el PT al
sumar 30,7 millones de habitantes.
El Partido Socialista Brasileño (PSB) fue el que
más creció como fuerza nacional en relación a comicios anteriores. Logró 442
alcaldías.
Fuera de esos tres partidos que conforman la
coalición de gobierno, el centrista Partido de la Socialdemocracia Brasileña
(PSDB), liderado por el expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2003),
obtuvo la victoria en 702 municipios, cuatro de ellos capitales estaduales,
quedando en tercer lugar al sumar 25,2 millones de habitantes en los distritos
que administrará.
EBC aclara que aún hay 36 municipios con resultados
indefinidos.
"A corto plazo no son previsibles las
consecuencias en el plano nacional de estos comicios. Dependerá mucho de que
continúe la popularidad de Rousseff, atada especialmente al desempeño de la
economía", consideró Vigevani en entrevista con IPS.
El PT, que llegó al gobierno en 2003 con el
liderazgo de Luiz Inácio Lula da Silva, "seguramente será mayoritario al
menos hasta las elecciones de 2018", sostuvo el analista.
Ni siquiera el juicio en plena campaña electoral
por el presunto desvío de dinero público, que involucra a funcionarios cercanos
a Lula, consiguió quitarle al PT ese protagonismo, como esperaba la oposición,
apuntó.
El "juicio del siglo", como lo llama la
prensa local, también incluye a dirigentes de otros sectores políticos y a
empresarios, todos vinculados a un supuesto esquema de soborno a legisladores,
con pagos mensuales, para aprobar leyes que el Poder Ejecutivo de entonces
impulsaba sin contar con mayoría propia en el parlamento.
"Estas elecciones son completamente diferentes
de las presidenciales. Su lógica es diferente, el elector busca algo diferente
en cada lugar y para cada destinatario, sea alcalde, legislador o gobernador o
presidente", indicó en diálogo con IPS el analista Alexandre Cardoso, de
la consultoría política Early Warning: "Por los resultados, no podemos
decir que quién ganó en esta instancia le corresponderá determinada porción de
las elecciones nacionales", sostuvo.
El PT, sin embargo, se ubicó en el mejor lugar con
más fichas en São Paulo, el mayor distrito electoral del país con casi 10,9
millones de habitantes. Recuperó esa alcaldía clave, después de casi ocho años
de haberla perdido, de la mano de Fernando Haddad, quien fue ministro de
Educación tanto de Lula como de Rousseff.
Con la victoria en São Paulo y en dos de las
ciudades de su cordón industrial, el partido oficialista está cómodo para
avanzar varios lugares hacia las elecciones del 2014 y dar continuidad a su
gobierno nacional con la reelección de Rousseff o con el retorno del mismo
Lula.
El ex mandatario, con su experiencia e intuición
política intactas, apostó por Haddad como candidato y así consiguió vencer al
PSDB, recobrando una fortaleza que ayuda a consolidar alianzas y a colocarse en
mejor posición para la competencia nacional,
João Feres Júnior, analista político de la
Universidad del Estado de Río de Janeiro, precisó a IPS que São Paulo "es
la gran referencia nacional", donde los candidatos triunfantes
"consiguen 'nacionalizarse'".
Un dato importante para no desestimar en un país
con 8,5 millones de kilómetros cuadrados y una realidad geográfica y cultural
distinta en cada rincón.
Por su parte, el sociólogo y politólogo Emir Sader
dijo a IPS que "el principal vencedor es el gobierno, que vio crecer los
partidos de su base de apoyo, especialmente el PT y el PSB, que son el ala más
a la izquierda de esa base". "El principal perdedor es la oposición,
que disminuyó su peso y perdió la principal ciudad del país a manos del
PT", añadió el pensador izquierdista.
Feres Júnior aclaró que, "al contrario de
algunos análisis hechos por los sectores de prensa más conservadores, se
registra una tendencia de crecimiento razonable del PT, del PMDB y del PSB, y
una disminución de apoyo al PSDB y también a Demócratas (DEM)", como se
llama ahora el derechista Partido del Frente Liberal.
Sader desestimó la evaluación de algunos medios de
que el crecimiento del PSB, presidido por el gobernador de Pernambuco, Eduardo
Campos, debilite la futura alianza partidaria con el gobierno porque este
aspire a una candidatura presidencial. "Es un crecimiento dentro de la
base del gobierno, pero nada que afecte al amplio favoritismo de Dilma para
reelegirse en 2014, porque cualquier candidato que no cuente con ella y con
Lula no tiene chances de victoria", señaló.
Lo que puede cambiar es que ahora, con más fuerza,
el PSB pida más participación en el gabinete ministerial, un lugar que entre
los aliados hasta ahora es reservado para el PMDB.
PES, Periodistas en Español
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Reproducción permitida / Citar fuente
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