Intensas lluvias no impidió a las masas de estar presentes en el acto de clausura de la campaña de Chavez que llenó siete avenidas en Caracas |
CUCUTA / 6 DE OCTUBRE DE
2012 / La organización y realización
del proceso electoral que mañana 7 de octubre se concentra en las votaciones
para designar el próximo presidente de la República Bolivariana de Venezuela,
es ejemplo preciso de una revolución política. Revolución que se traduce en la
garantía plena del derecho al voto, del derecho a la participación soberana del
ciudadano en la conformación de los poderes públicos.
Además de los contundentes avances sociales, económicos,
internacionales y culturales alcanzados por la revolución bolivariana que
lidera el Presidente Hugo Chávez, los cambios políticos son descomunales.
El derecho al voto de 18 millones de ciudadanos está
garantizado. El sufragio electrónico protege la libertad de las personas en su
decisión intima. La autoridad electoral y su infraestructura administrativa se
desempeñan como un verdadero arbitro independiente. El acompañamiento de 245
delegados internacionales y la presencia de 40 observadores de Unasur, protegen
el voto libre.
Venezuela es hoy una democracia actuante y ejemplar, en la
que el pueblo participa y decide como una subjetividad plena que se apropio de
sus derechos políticos esenciales, gracias a las instituciones consagradas en
la Constitución bolivariana.
Basta hacer un sencillo ejercicio de comparación con el
sistema electoral colombiano o el mexicano, que la derecha escuálida exalta,
para captar las virtudes y avances del ejercicio del derecho al sufragio
libre en la patria de Bolivar.
El fraude, la extorsión, el soborno al elector, la
violencia paramilitar, la compra de votos, la alteración de las
urnas, la inexistencia del voto electrónico, la manipulación de los medios de
comunicación, la abstención, el voto en blanco y el clientelismo son la nota
predominante en cada elección de autoridades públicas granadinas. Es con tales
procedimientos que fueron elegidos Uribe Velez, Santos, Angelino Garzon y todos
los parapoliticos del Congreso y los cuerpos legislativos regionales
y locales.
En Colombia, el sistema electoral es una gavilla siniestra
de politiqueros que niega los derechos de los ciudadanos. Es una
verdadera vergüenza para la democracia.
En Venezuela, los enemigos del voto libre e independiente se
congregan en la coalición que apalanca a Capriles Radonski como candidato
presidencial. A su favor ya corren ríos de dolares, aportados por el
imperialismo gringo/europeo y las multinacionales petroleras, para impedir el
triunfo del Presidente Chávez.
Pero la potencia popular desatada por las grandes
transformaciones revolucionarias de los últimos años hacen necesario e
inevitable el triunfo del Jefe de la República Bolivariana de Venezuela.
El triunfo de Chávez es el triunfo de la
democracia socialista. De la democracia popular latinoamericana. Del voto
revolucionario soberano.
Venezuela está demostrando al mundo que democracia y
socialismo si son compatibles. Son sinergicos.
Lo que no es compatible con el voto libre y soberano es el
neoliberalismo y su manipulación de los medios de comunicación para contaminar
la conciencia del pueblo, que es lo que ha hecho la frondosa maquina de
información burguesa venezolana, dueña de aberrantes privilegios,
aun así alega falta de libertad y persecución, cuando actúa en
la más completa impunidad y hasta con la tolerancia de ciertas autoridades.
Mañana 7 de octubre, con el triunfo del socialismo del siglo
XXI, seremos testigos de una verdadera revolución electoral que será ejemplo
para el resto de los pueblos sudamericanos.
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