06 October 2012
El Buró Político del Comité Central
del Partido Comunista de Venezuela (PCV), al evaluar la situación de
conflictividad laboral presente y en desarrollo en nuestro país, expresión de
las contradicciones de clase propias de la sociedad capitalista, donde se
confrontan los intereses y aspiraciones de las y los trabajadores con los
intereses de los dueños del capital y de la administración tradicional del
Estado burgués aun existente en Venezuela, manifiesta su solidaridad de clase
con las luchas que desarrolla el movimiento obrero y sindical clasista y
progresista, entendiendo que una orientación y atención correcta de tales
conflictos y luchas laborales en el presente momento histórico, desde la
perspectiva revolucionaria y clasista, contribuirá a la acumulación de fuerzas
a favor de la profundización del proceso de liberación nacional y de avances
hacia la emancipación del trabajo frente al capital, en el combate histórico
por la derrota del sistema capitalista y la conquista del socialismo.
El PCV, en general, valora como un hecho positivo el que miles
de
trabajadores y trabajadoras se levanten en defensa de sus justas
reivindicaciones, por el respeto de sus derechos consagrados en la
Constitución, en la nueva Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras
(LOTTT) y en la Ley Orgánica de Prevención, Condiciones y Medio Ambiente
de Trabajo (LOPCYMAT), particularmente por el derecho a organizarse sin
injerencia patronal ni estatal en sindicatos y/o en Consejos de Trabajadores y
por la libre elección de sus delegados y delegadas de prevención. En tal
sentido, destacamos como expresión de un avance en la conciencia de importantes
sectores de nuestra clase trabajadora –saldo positivo del actual proceso
político–, la lucha por hacer respetar los derechos políticos de las y los
trabajadores, particularmente, el derecho a la participación protagónica
colectiva en la gestión de las instituciones y empresas públicas y privadas,
como parte de la lucha por el desmontaje del viejo aparato estatal burocrático-burgués
y por la superación de las relaciones capitalistas de producción, basadas en la
explotación y la opresión de las y los trabajadores.
Los conflictos laborales se generan y agudizan por la actitud
intransigente y autoritaria de la patronal, sea pública o privada, que entre
las muchas violaciones a la Ley y la Constitución se niegan a discutir
convenciones colectivas, realizan despidos injustificados, no acatan las
órdenes de reenganches, desarrollan agresivas prácticas antisindicales, con
acoso y persecución en contra de las y los trabajadores que defienden sus
derechos, especialmente su derecho a estar organizados como clase trabajadora.
De igual modo, hay funcionarios y funcionarias de Inspectorías del Trabajo y
demás instancias del Ministerio del Poder Popular para el Trabajo y la
Seguridad Social, que favorecen a la patronal y obstaculizan el ejercicio de
los derechos colectivos de las y los trabajadores.
Entre las luchas laborales más resaltantes señalamos las
siguientes: en la industria cementera nacional, en la Galletera Carabobo donde
se desarrolla una huelga legal y legítima, en la empresa Diques y Astilleros
Nacionales C.A. (DIANCA), en Carbones del Guasare y Carbones de La Guajira, las
y los trabajadores de la Salud y particularmente los de Barrio Adentro, en el
Ministerio de Ciencia y Tecnología, los extrabajadores de las empresas del
Grupo Polar, los tercerizados de la Good Year en Carabobo, en la Corporación
Eléctrica Nacional (Corpoelec) y sus empresas filiales, en las Empresas Básicas
de Guayana, en los astilleros y diques petroleros del estado Zulia, en
Petrocasa (planta de Guacara), Madres Procesadoras del PAE, Asamblea Nacional,
trabajadores de los Peajes, entre muchos otros, quienes adelantan legítimos
reclamos de participación política en los centros de trabajo (conformación de
Consejos de Trabajadores/as, ejercicio de Control Obrero), aunado a justas
reclamaciones laborales que, en el caso de las empresas estatales e
instituciones públicas, se ven frustradas ante una conducta funcionarial que
reproduce la concepción patronal burguesa de ejercicio unilateral, subordinado,
verticalista, jerarquizado, autoritario y alienante en las relaciones sociales
de producción, profundizando las contradicciones de clase entre el aparato
estatal y la clase trabajadora.
De manera particular, el PCV rechaza categóricamente –una vez
más– el uso de la fuerza pública (policías, Guardia Nacional Bolivariana,
SEBIN) e incluso de grupos civiles armados, para reprimir y aterrorizar a las y
los trabajadores que defienden sus derechos laborales y humanos y que enfrentan
a gestiones de la tecno-burocracia que, desde la administración de empresas y
organismos estatales, están haciendo un profundo daño al proceso de cambios
progresistas que lidera el Presidente Chávez. Alertamos sobre tales prácticas
represivas antiobreras y antisindicales y denunciamos su carácter
contrarrevolucionario. Instamos al Presidente Chávez y demás altos funcionarios
del gobierno nacional a impedir que continúen tales prácticas y a sancionar a
quienes así actúen abusando de su poder. A la vez, llamamos a unir y fortalecer
las luchas del movimiento obrero y popular para derrotar esa conducta
antidemocrática y avanzar en la profundización revolucionaria del proceso.
Afortunadamente, la movilización y la perseverancia en la lucha,
de determinados sectores de la clase trabajadora y sus organizaciones
legítimas, con el apoyo y la orientación consecuente de la central sindical
UNETE y de sus corrientes sindicales progresistas y clasistas, han permitido
algunas conquistas, como el acta convenio en Abastos Bicentenario y la
convención colectiva en Even Esponjas en Carabobo, o han logrado sentar a la
patronal en el inicio de procesos de acuerdos, como los cementeros, gracias a
las acciones acometidas por la Alianza Nacional de Trabajadores del Cemento
(ANTRACEM).
El PCV ratifica su compromiso y solidaridad clasista con todas
estas luchas y exhorta al movimiento obrero y popular a darles el mayor apoyo
hasta el logro de sus objetivos. Asumimos que la batalla ideológica, política y
de masas por la reelección del presidente Chávez, necesita del avance, la
unidad y el fortalecimiento de las luchas de la clase obrera y de todo nuestro
pueblo trabajador, para lograr la correlación de fuerzas que nos permita derrotar
la estrategia de dominación imperialista y de sus lacayos nacionales, desplazar
a las tendencias pequeñoburguesas reformistas y reaccionarias que ejercen su
hegemonía al interior del proceso y avanzar hacia el desmontaje del Estado
burgués y del sistema de relaciones capitalistas de producción.
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