Por
Roberto Deibe (investigador del Departamento de historia del
Centro Cultural de la Cooperación “Floreal Gorini”).
De la mañana a la noche, / de la noche a la mañana,
/ en grandes olas azules
y encajes de espuma blanca, / te va llegando el saludo / permanente de la Patria.
y encajes de espuma blanca, / te va llegando el saludo / permanente de la Patria.
Se cumplen 31 años de la denominada Guerra de
Malvinas. Un nuevo aniversario donde el reclamo de soberanía está presente, no
solo urgente, sino también en el tapete del tablero político internacional. Por
un lado la prepotencia imperialista de Gran Bretaña, por el otro las gestiones
diplomáticas y políticas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Dos
caras de una misma moneda: el anacronismo de un sistema colonial.
Malvinas es una cuestión que trascendió las
fronteras de la Argentina para hacerse una causa de Nuestra América gracias a
la solidaridad ejercida por los presidentes de la región avanzando hacia la
integración latinoamericana. Frente a ello vemos como el Reino Unido eleva su
apuesta bélica enviando buques de guerra y provocando con un supuesto
referéndum de los kelpers. Pero no están solos. Están acompañados por actores y
actrices políticos, dentro y fuera de la Argentina, que avalan la usurpación
ilegal e ilegítima. Como la vergonzosa actitud cipaya demostrada por quienes se
dicen argentinos. Ejemplo de ello es Beatriz Sarlo quien fuera enviada por el
diario La Nación para hacer una “cobertura periodística” del citado referéndum.
Ay, hermanita perdida./
Hermanita, vuelve a casa.
Amarillentos papeles / te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones / que te llamamos: hermana …
Amarillentos papeles / te pintan con otra laya.
Pero son veinte millones / que te llamamos: hermana …
Sin embargo la Historia los pone en el panteón de
los que entregaron la patria, no en el lugar de los que lucharon y resistieron
la usurpación extranjera. La Historia va más allá de la guerra de 1982, ya que
las islas Malvinas han tenido una presencia desde tiempos previos a la
revolución de mayo de 1810. Dichas islas han tenido una presencia importante
para los funcionarios españoles del virreinato como se puede deducir al leer la
sentencia a los rebeldes del levantamiento de La Paz en 1809 liderado por el
patriota Pedro Murillo. Dicho texto, hoy reproducido en bronce en la plaza
principal de La Paz, se puede leer como condena el destierro de algunos
rebeldes a las Islas Malvinas.
Luego vendrán las invasiones inglesas en 1832 que
da inicio a una etapa de disputas por la soberanía sobre las islas. Pero los
ingleses no fueron los primeros en usurparlas. Previamente, el barco de guerra
norteamericana “USS Lexington” llegó al Puerto Soledad saqueando y destruyendo
el pueblo que se constituyó bajo el gobierno argentino de Luis Vernet. Los
pobladores fueron apresados y conducidos ilegalmente hacia Montevideo. Un año
después llegaron los ingleses a usurparla pero se encontró con la resistencia
heroica de un grupo de 8 gauchos liderado por el Gaucho Rivero, aquél personaje
que hoy se lo recuerda pero que la Academia aún resiste reconocerle su
patriotismo e importancia en nuestra historia.
Sobre las aguas australes / planean gaviotas
blancas.
Dura piedra enternecida / por la sagrada esperanza.
Dura piedra enternecida / por la sagrada esperanza.
Las Malvinas, a 31 años de la guerra y 180 años de
la sublevación gaucha de Rivero, despierta la esperanza de haber encontrado un
rumbo donde la justicia y la razón va a prevalecer por sobre la soberbia
usurpadora de Inglaterra. Esta esperanza es la que despertó a los pueblos de
Nuestra América después de más de 500 años de colonialismo, es la que los
argentinos y argentinas podamos decir que tenemos identidad y patria a pesar de
quienes pretenden que dejemos en paz “a los isleños que tienen muchas más
posibilidades que nosotros de llegar a ser un país en serio” (dixit de la
periodista Silvina Walger).
Malvinas, tierra cautiva, / de un rubio tiempo
pirata. / Patagonia te suspira. / Toda la Pampa te llama. / Seguirán las mil
banderas / del mar, azules y blancas, / pero queremos ver una / sobre tus
piedras, clavada. /Para llenarte de criollos. / Para curtirte la cara / hasta
que logres el gesto tradicional de la Patria.
La hermanita perdida (Atahualpa Yupanqui)
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