jueves, 4 de abril de 2013

En Guatemala se están juzgando las violaciones por parte de las FFAA como delitos de les humanidad. Para la SCJ de Uruguay son "delitos de carácter común" que prescriben. La SCJ ignora las disposiciones y la praxis internacionales cobijando así a los cobardes violadores de prisioneros.


Juicio en Guatemala: “A la niña de siete años la violaron tantos soldados que la mataron”

Las víctimas sexuales del Ejército de Guatemala testifican contra el exdictador Ríos Montt

La juez pide que se oculten las identidades de las mujeres por respeto

 El País es Guatemala 2 ABR 2013 - 20:09 CET

Una de las víctimas llora durante su testimonio en el juicio contra Ríos Montt en Guatemala. / JOHAN ORDONEZ (AFP)

Incluso en una sociedad endurecida por la violencia como la guatemalteca, los testimonios de las mujeres de la etnia Ixil víctimas de violaciones masivas durante las incursiones militares en las comunidades campesinas, conmocionó este martes a todo el país, en una nueva sesión espeluznante del juicio por genocidio contra elexdictador Efraín Ríos Montt. Por respeto a la dignidad de las víctimas, la juez Jazmín Barrios, que preside el juicio por las atrocidades cometidas entre 1982 y 1983, pidió a la prensa no revelar las identidades de estas mujeres, que rememoraron ante la justicia el horror vivido hace tres décadas.

La primera de las declarantes narró que todo empezó cuando cuatro soldados tocaron la puerta de su humilde choza. Entraron a la fuerza cuando la entreabrió. “Lo primero que preguntaron fue si les dábamos comida a los guerrilleros. Les respondí que ni siquiera los conocía”, dijo la testigo. “En la casa estaba mi hija, de unos 17 años, y dos de sus hermanos pequeños. Los soldados la desnudaron, le separaron las piernas con fuerza y empezaron a violarla, enfrente de los niños, quienes lloraban de miedo”.

Con la voz quebrada, esta mujer relató que, cuando quiso auxiliar a su hija, uno de los soldados le pegó un culatazo en la boca del estómago y otro en la cara. La fuerza del golpe, añadió, la hizo caer. Perdió un ojo. Añadió que su hija fue violada por los cuatro en la cama del matrimonio. A preguntas de la defensa, añadió que no podría reconocer a los victimarios, pero que tiene la certeza de que eran soldados. En medio de la agresión, los niños pudieron huir y buscar refugio en las montañas.
En la casa estaba mi hija, de unos 17 años, y dos de sus hermanos pequeños. Los soldados la desnudaron, le separaron las piernas con fuerza y empezaron a violarla, enfrente de los niños, quienes lloraban de miedo
Otra testigo dijo que un grupo de soldados llegó hasta su casa sobre las nueve de la noche. La llevaron a un descampado, donde la violaron y dejaron abandonada, desnuda. Añadió que en esa fecha tenía un bebé de 30 días, que murió calcinado cuando los militares quemaron su casa. “Ni siquiera pude enterrarlo, porque la casa estaba en cenizas y yo tenía mucho miedo”, añadió.

Efraín Ríos Montt, durante el juicio.

Estos hechos se repitieron contra de la población campesina en todas las zonas en las que el Ejército sospechaba de la existencia de campamentos guerrilleros y aplicaba la doctrina de la tierra arrasada. Las violaciones, según el informe de Recuperación de la Memoria Histórica (Remhi), de la Conferencia Episcopal Guatemalteca (CEG), “incluyen la muerte. Fueron utilizadas como instrumento de tortura y esclavitud sexual, con la violación reiterada de la víctima”. Las estadísticas señalan que los casos de violencia sexual en contra de mujeres se dieron en uno de cada seis casos en las masacres perpetradas por parte de los soldados o de las paramilitares Patrullas de Autodefensa Civil (PAC), voluntarios a lazo utilizados como espías y delatores de sus vecinos.

Pese a que existen denuncias documentadas de 149 víctimas, se cree que hubo más, dados factores como los sentimientos de culpa y vergüenza que acompañan a estos delitos. Una de las mujeres que testificaron pidió a la juez Jazmín Barrios que se guardara su identidad porque ni su familia ni su actual esposo, conocían que había sido violada.
Los testimonios, muchos de ellos ya recogidos en el informe de la Comisión Esclarecimiento Histórico (CEH), patrocinada por la ONU, o en el Remhi del obispo Juan Gerardi, adquieren una nueva dimensión cuando cobran vida en mujeres que ahora oscilan entre los 50 y los 60 años, en aquel entonces, apenas adolescentes.

“Si tenés marido, entonces te violan entre cinco y diez soldados. Si sos soltera, entonces son 15 o 20”, dijo una. “Mi tío iba por un camino con su hija y una nieta, cuando se toparon con una patrulla militar. Lograron agarrar a las muchachas. A la niña, de siete años, la mataron, porque fueron muchos los soldados que pasaron sobre ella”.

Los añadidos de crueldad ponen, literalmente, los pelos de punta. “Algunos soldados estaban enfermos de sífilis o gonorrea. La orden fue que estos pasaran los últimos, cuando los sanos ya habían violado a la víctima”. A esto hay que sumar los embarazos no deseados. Todos los testimonios coinciden en señalar a los autores como miembros del Ejército, o de las PAC.

Indígenas violadas narran horrores en jucio contra Ríos Montt
3 abril 2013 Cubadebate
Efrain Rios Montt en el banquillo

Con los rostros cubiertos con mantos, diez mujeres de la etnia maya ixil testificaron este martes ante una corte de Guatemala los atroces abusos sexuales y torturas que sufrieron a manos de soldados durante el régimen (1982-83) del exdictador Efraín Ríos Mott, procesado por genocidio.
Con la voz entrecortada y con ayuda de un intérprete, la testigo también explicó que los soldados cometieron abusos sexuales contra su madre quien le decía “que no llorara ni gritara, porque sino las iban a matar”.
Otra mujer, que no recuerda su edad, testificó que fue violada por 10 días en un destacamento militar en el municipio de Cotzal a donde fue llevada “contra su voluntad”, después de que los soldados desaparecieron a su esposo.
Los soldados “que me estaban cuidando se aprovecharon de mí (…). Sufrí bastante, sólo quiero que me ayuden”, suplicó la testigo al tribunal.
En otro relato y sin ayuda de traductor, una mujer de 58 años recordó que en 1982 elementos del ejército reunieron a varias mujeres en la iglesia católica de Cotzal.
“Son varios hombres que nos violaron”, mencionó, al recordar que también fueron golpeadas y amenazadas de muerte.

“A mi mamá también la fueron a violar en el salón parroquial. Llevaron a mi mamá como si fuera un ‘chucho’ (perro) muerto, la amarraron”, agregó.
Después fueron llevadas a un cuartel militar donde continuaron los abusos.
Uno de los soldados le indicó que estaba en ese lugar “porque el presidente Ríos Montt dijo que se vayan a la basura todos los del área ixil, porque ustedes están colaborando con la guerrilla”.
Los municipios de Chajul, Cotzal y Nebaj forman del llamado triángulo ixil, en el departamento de Quiché, donde viven pobladores de esta etnia que es descendiente de los mayas.
A pesar de que el juicio es por genocidio, los testimonios de violación sexual tienen cabida en el proceso porque uno de los elementos “subyacentes” es que con la intención de destruir al grupo se cometen lesiones físicas y psicológicas, explicó a la AFP el fiscal Orlando López.
Los abogados de Ríos Montt no se pronunciaron durante la presentación de las mujeres indígenas y se limitaron a hacer unas pocas preguntas coyunturales sobre los hechos.

Fuera de la sala de audiencias de la Corte Suprema de Justicia, en el centro de la capital, un grupo de mujeres realizó una manifestación en solidaridad con las indígenas.
“Su verdad es nuestra verdad”, “La violación sexual es genocidio”, señalaban unas pancartas colocadas por grupos defensores de los derechos humanos.
Ríos Montt y el exoficial de inteligencia militar José Rodríguez son juzgados por la masacre de 1.771 indígenas mayas ixiles, ocurrida entre 1982 y 1983, en lo más cruento de la guerra que vivió Guatemala durante 36 años (1960-1996) y que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según la ONU.
(Con información de AFP)


Niñas y mujeres embarazadas fueron violadas en Guatemala 
Víctimas de abuso sexual por militares testifican en juicio contra Ríos Montt
Afp y Pl 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de abril de 2013, p. 33
Guatemala, 2 de abril.

Al continuar el juicio contra el ex presidente golpista de Guatemala Efraín Ríos Montt y su antiguo jefe de inteligencia militar José Rodríguez por genocidio y delitos de lesa humanidad, una mujer afirmó hoy que los soldados violaron a niñas y a una mujer la ataron a un palo y la mataron.
Con los rostros cubiertos 15 mujeres de la etnia maya ixil que fueron víctimas de violaciones masivas por militares del ejército durante el gobierno de facto, entre 1982 y 1983, testificaron en el octavo día del proceso. Todas son oriundas de los municipios de Nebaj, Cotzal, Ixcan y Chajul, en el departamento de Quiché.

Los soldados dijeron que el presidente Ríos Montt había expresado que los ixil se fueran a la basura por colaborar con los guerrilleros, declaró una de las víctimas. Otra refirió que a las ocho de la noche llegaron los soldados a su casa a sacar a su esposo y a las nueve regresaron por ella para llevársela a un campo, donde unos 20 militares la violaron.
Tenía un hijo de 30 días. Cuando regresé a mi casa todo estaba quemado. Quemaron a mi hijo. Era un bebé. Vengo aquí a declarar por la tristeza que me provocaron y vengo por justicia, apuntó.

Otra testigo, abusada por unos 30 soldados junto a su hija de 12 años, relató: Ellos (los soldados) me violaron y yo tenía seis meses de embarazo. A los 15 días ocurrió el parto pero mi hijo ya estaba muerto.
Las testigos dijeron que decenas de mujeres fueron llevadas al destacamento del ejército en el municipio de Ixcán, donde los militares las utilizaron como esclavas sexuales durante varias semanas.

Para proteger la identidad de las mujeres, la juez del tribunal de mayor riesgo, Jazmín Barrios, pidió que se cubrieran el rostro, y a los periodistas que no revelaron sus nombres para preservar la dignidad de las víctimas.
Afuera de la Suprema Corte de Justicia, donde se celebra el juicio, se congregaron representantes de organizaciones de mujeres y activistas humanitarias, también con los rostros cubiertos en solidaridad con las víctimas.

Guatemala: Sigue juicio contra ex dictador José Efraín Ríos Montt

                                                       Publicado el 3 abril, 2013 por soawlatina
ESTE ES MI TESTIMONIO PARA QUE LO SEPA EL MUNDO ENTERO

Con esta frase concluyó uno de los testigos sobrevivientes su relato sobre las torturas recibidas por parte ejército en 1982,  al declarar frente al tribunal durante el séptimo día de audiencias del juicio en contra de José Efraín Ríos Montt y José Rodríguez Sánchez.  En esta  jornada 12 testigos continuaron relatando, la manera en que  fueron perpetradas las masacres,  asesinatos  y tratos inhumanos que el ejercito cometió contra las víctimas en 1982 y 1983. 
Este testigo relató que se encargó, bocina en mano, de avisar a la población de la aldea acerca de la venida del ejército, al llegar éste  comenzó a perseguir a la población. Declaró cómo los soldados mataron a machetazos a varias personas, mientras continuaban persiguiendo a otras, reunieron a varios en casas y prosiguieron a quemarlas. Según el testigo, mientras las casas eran quemadas se lograba escuchar los lamentos de las personas que estaban siendo calcinadas. Durante el relato, el testigo  se preguntó las razones por las que fueron asesinados, si eran bebés recién nacidos y mujeres embarazadas.  La población fue obligada a dejar sus comunidades y esconderse en el bosque, donde fueron también perseguidos por el ejército, que intentó quemar el bosque y los bombardeaba.    

En la montaña se llegaron a reunir hasta dos mil familiares y aunque había de diferentes etnias, la mayoría era ixiles. “Me llevaron a la iglesia me colgaron con vigas con los pies hacia atrás y  para arriba después vinieron 4 soldados y así amarrado me golpearon. Al otro día ya no me podía parar, no podía ver,  se me taparon los oídos”. Después me llevaron y me metieron en un salón grande en el que había mucha sangre y había un montón de caites, zapatos y botas, talvez de las personas que habían matado.  Lo amarraron y lo sentaron sobre la sangre “….dicen que no hubo genocidio… será que eso no es genocidio por los que estuvieron en el gobierno?”…cuestionó con voz enérgica, el testigo. Por parte de la defensa de los militares hubo varios alegatos en contra de la Presidenta del Tribunal. Según ellos, la Jueza ha estado violando el artículo 366 del Código Penal, ya que las objeciones que realiza el MP y las partes querellantes son siempre dados a lugar, mientras que las realizadas por la defensa son dadas fuera de lugar. Luego de un pequeño debate, la Jueza buscó dejar claro que el procedimiento sigue dentro de la ley y en ningún momento se está extralimitando en sus facultades, en lo que ha enfatizado es que se deben ceñir a la plataforma fáctica para la que han sido presentados los testigos.  

Otra de las testigos que entre llanto relató que se murió su hermano y otros familiares y que tuvieron que huir bajo la montaña en donde vivieron muchas penalidades. “Si sacáramos a ese señor unos días bajo la lluvia, sin ropa, sin comida, sin sal  a ver si aguanta”. “Estoy enfermame duelen mis piernas, y el cuerpo porque estuve bajo la lluvia y sin que cubrirme, lástima mis hijos se murieron, si yo los tuviera, tendría quien me apoyara ahora”. Es importante resaltar que todos los testigos y testigas en su relato han dejado evidencia de los patrones en el proceder del ejército, ya que después de entrar a las poblaciones y masacrar o ejecutar a algunas personas, quemaban las casas, destruías las siembras, quemaban sus cosechas y mataban y se llevaban los animales y destruían todos sus enseres de trabajo.  Tenían que huir y refugiarse en la montaña sin ropa, bajo la lluvia, el frío y sin comida.  Los y las sobrevivientes han dejado claro que lo que quieren de este juicio es justicia y que no se vuelva a repetir lo vivido por su pueblo a manos del ejército. El debate oral y público continua mañana martes 02 de abril a partir de las 8.30 horas, se escucharán los testimonios de mujeres víctimas de violencia sexual.                                                                                                  
Guatemala, 01 de abril de 2013 
Asociación para la Justicia y Reconciliación –AJR
Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos – CALDH
Centro de Medios Independientes de Guatemala- CMI



Víctimas de agresión sexual testifican en juicio por genocidio
Una decena de mujeres de la etnia Ixil relataron hoy ante un tribunal la forma en que miembros del Ejército de Guatemala abusaron sexualmente de ellas entre 1982 y 1983, como parte del juicio por genocidio que se sigue a los ex generales Efraín Ríos Montt y José Rodríguez.
EFE
Para preservar la dignidad de las víctimas la jueza Jazmín Barrios, presidenta del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, pidió a las mujeres cubrir sus rostros y a los periodistas no revelar sus nombres.
Apoyada por traductores jurados, una de las mujeres relató cómo los soldados la amarraron de los pies y la violaron con saña.

Aunque no recordó cuántos militares la agredieron sexualmente, aseguró que "fueron muchos".
Otra de las víctimas manifestó que antes de que abusaran de ella presenció cuando los soldados violaban a su madre.

"Estoy acá para decir la verdad", dijo a través del traductor.
"Vivía en los terrenos de mis suegros con mi esposo. A las ocho de la noche llegaron los soldados a sacar a mi esposo. A las nueve regresaron los soldados y me llevaron a un campo como a 20 cuadras de mi casa. Los soldados que me violaron eran como 20 yo estaba temblando del susto, no tenía conciencia", recordó.

"Me dejaron desnuda, otras personas me regalaron ropa. Tenía un hijo de 30 días. Cuando regresé a mi casa todo estaba quemado. Quemaron a mi hijo. Era un bebé todavía, me puse a llorar. Vengo aquí a declarar por la tristeza que me provocaron en ese tiempo y vengo por justicia", añadió entre sollozos.
La mayoría de los hechos relatados se registró en un destacamento que el Ejército instaló en la comunidad de Xalbal, en el municipio de Ixcán, adonde según las víctimas fueron llevadas decenas de mujeres a las que los militares utilizaron como "esclavas sexuales" durante varias semanas.

Poco antes del inicio de la audiencia de este martes, representantes de organizaciones de mujeres y activistas humanitarias se presentaron en las afueras de la Corte Suprema de Justicia, donde se celebra el juicio, también con los rostros cubiertos como muestra de solidaridad con las víctimas.
Los relatos forman parte del juicio por genocidio y delitos contra la humanidad que desde el pasado 19 de marzo se realiza en contra de Ríos Montt, quien gobernó de facto el país entre marzo de 1982 y agosto de 1983, y su antiguo jefe de Inteligencia Militar José Rodríguez.

Los ex generales son juzgados acusados de ser los supuestos autores intelectuales del asesinato de 1,771 indígenas ixiles, de cientos de casos de agresiones sexuales, torturas, robos y destrucción de propiedad a manos de soldados, así como del desplazamiento forzado de las comunidades de esa región entre 1982-1983.


Mujeres narran vejámenes del Ejército
Testimonios dan cuenta de las acciones cometidas por el Ejército en 1982 
Carlos Mejía
 “Los soldados me violaron. Yo tenía seis meses de embarazo y producto de esa múltiple violación el hijo que esperaba murió”. Así lo narró ayer, en medio de un llanto conmovedor, una de las 10 testigos víctimas de agresión sexual que declararon el sufrimiento vivido durante 1982 y 83 en el área ixil.
Antes de escuchar los testimonios, Jazmín Barrios, presidenta del Tribunal Primero de Mayor Riesgo A, solicitó no publicar los nombres de las mujeres víctimas por cuestiones de seguridad; además, permitió que a ellas les fuera cubierto el rostro.

El recuerdo, las heridas, la pérdida de seres amados, pero sobre todo la forma inhumana en que fueron ultrajadas estas mujeres captó la atención en cada palabra narrada por ellas. 
Así fue el desgarrador testimonio de la testigo número cinco, quien explicó que en 1983, el Ejército llegó a la aldea Cotzol, y luego de sacarlas de su vivienda fueron violadas ella y su hija de 12 años.
“Ellos violaron a muchas mujeres; tal es el caso de una mi tía, quien se negó a que los soldados pasaran por ella (sic), y les dijo: ‘si quieren mátenme, pero conmigo no podrán’; entonces, junto a sus tres hijos fue asesinada por esto”, puntualizó la testigo.

Otra declaración fue la de una mujer quien fue víctima de violación y tortura por parte en el destacamento militar de la aldea Xalbal, cuando apenas tenía 12 años.
“Los soldados me agarraron de las manos y los pies, y me abrieron las piernas a mí y mi mamá. Yo pude ver lo que le hacían a mi madre, y fuimos varias a las mujeres que nos hicieron esto”, relató.
Involucran a un capitán
Otro testimonio que se presentó fue el de una mujer capturada, violada y torturada por 10 días, lo que le causó una hemorragia por un año.
Esta mujer dio a conocer que quien la ultrajó fue el capitán Jonathan Vázquez Leal, encargado del destacamento, quien le decía “nuestro presidente Ríos Montt, nos mando a recoger la basura del área Ixil”, concluyó.
Así lo dijo
“El capitán Jonathan Vásquez Leal, encargado del destacamento, me dijo que: ‘nuestro presidente Ríos Montt, nos mando a recoger la basura del área Ixil’”.— Víctima de violación, Testimonio en proceso penal
Recuadros
  • Los acusados no se inmutan
Durante las 6 horas que duró la narración de las víctimas de agresión sexual, en el octavo día de proceso que se sigue contra el ex jefe de Estado de Facto José Efraín Ríos Montt y el exjefe de Inteligencia Militar, Mauricio Rodríguez Sánchez, los acusados se mostraron indiferentes al llanto, en especial al de la cuarta testigo, quien recordó cómo los soldados en la aldea Juil incendiaron su vivienda sin darse cuenta de que su hijo, de 30 días de nacido, se encontraba en el interior y quien desafortunadamente murió en el lugar.

El relato de la mujer fue tan estremecedor que varios de los asistentes en la audiencia rompieron en llanto. Para este miércoles se tiene previsto que se continúe escuchando al resto de los testigos pendientes, ya que hasta el momento han sido escuchados alrededor de 90 de los 131 propuestos por las partes.

Diez mujeres ixiles relatan vejaciones
Un grupo de 10 mujeres ixiles declaró ayer en el juicio que se sigue contra los generales José Efraín Ríos Montt y José Mauricio Rodríguez Sánchez, ex jefe de Estado de facto y ex jefe de Inteligencia Militar (G-2), sobre los abusos sexuales a los que fueron sometidas por supuestos miembros del Ejército.

POR JERSON RAMOS
El Tribunal Primero A de Alto Impacto escuchó los testimonios ayer, que suman 87 durante la octava jornada del debate por genocidio contra los militares retirados. La diligencia duró nueve horas.
Ríos Montt y Rodríguez Sánchez escucharon con atención las palabras de las 10 mujeres. Ambos anotaban en hojas de papel los relatos de cada una.
“Nos hicieron juicio”
La primera testigo explicó que el Ejército ingresó en las comunidades Santa María Nebaj, Quiché, en marzo de 1982.
“Recuerdo que yo había salido de mi casa. Cuando iba de regreso me encontré a un vecino que me dijo que los soldados estaban en mi casa y que tenían a mi hijo”, expresó.
Afirmó que afuera de su vivienda se encontraba su hijo, custodiado por dos soldados, y que adentro había otros cuatro que atacaron a su hija, quien entonces tenía 18 años de edad.
“Me detuvieron y me llevaron a un calabozo. Allí estuve 15 días. Había otras personas allí. Quienes nos capturaron nos hicieron un juicio”, refirió.

Amenazadas
La segunda testigo relató al Tribunal que tenía 12 años de edad cuando las fuerzas castrenses llegaron. Expuso que su madre fue atacada por los soldados en su casa y que vio cómo abusaron de ella.
“Un hombre se dio cuenta de que yo estaba allí y me agarró por la espalda. También me violaron. Mi mamá me decía que me callara porque nos podían matar”, contó.
La mujer concluyó su relato en el Tribunal con que jamás volvió a ver a su madre y piensa que fue asesinada.
Ultrajada

La tercera testigo manifestó que un grupo de soldados capturó a su esposo y que no volvió a verlo. Recordó que ese día, a mediados de mayo de 1982, ella se encontraba en la plaza del pueblo porque había mercado.
“Yo llegué a mi casa y me capturaron también. Me llevaron al destacamento. Allí había una mujer a quien soltaron cuando entré”, dijo.
Refirió que fue ultrajada por tres soldados a quienes les ordenaron custodiarla. “Me metieron a un pozo, me acusaban de formar parte de la guerrilla. Querían que les dijera dónde estaban mis compañeros, pero yo no conocía a los guerrilleros”, recordó.
Indicó que sus captores le lanzaban pan para que comiera.
“Mataron a mi hija”

La testigo número 10 explicó al Tribunal que una tropa militar la capturó junto a su madre. Ella cargaba a su hija, que tenía 6 meses de edad.
“Huimos cuando capturaron a mi esposo. Ellos quemaron nuestra casa y nos fuimos a la montaña, pero nos encontraron. Me pegaron en la cabeza”, expresó.
También contó que su bebé murió como consecuencia de un balazo que le dieron en la boca.
Además, relató que su padre y su hermano fueron desaparecidos por los soldados.
Cifra:
33.61 por ciento de la etnia ixil murió a manos del Ejército, señala el MP.

Guatemala: Mujeres narran violaciones en juicio a Ríos Montt 
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por Agencia AP/Prensa Libre
Miércoles, 03 de Abril de 2013 00:42


Mujeres violadas masivamente por soldados y exparamilitares rindieron el martes en el octavo día de audiencias ante el tribunal que juzga al exdictador José Efraín Ríos Montt por genocidio y delitos contra los deberes de humanidad. 

CIUDAD DE GUATEMALA - Con la cabeza cubierta, la primera testigo dijo ante el Tribunal de Sentencia de Mayor Riesgo que "a mi hija la tuvieron entre cuatro. Lo que hicieron fue que la violaron, sí los cuatro, cuando vieron que llegué huyeron. Fueron los soldados".
El Tribunal había pedido previamente a la prensa no revelar los nombres ni identidades de las víctimas. Las testigos de la etnia ixil respondieron en voz baja apoyadas por una psicóloga y un traductor del ixil al español a las preguntas que les hicieron fiscales y abogados.

Afuera del tribunal el movimiento "Nosotras las Mujeres" realizó un acto con flores y cantos en apoyo a las mujeres. "La violencia sexual fue un arma de guerra para desarmar a las comunidades y matar la semilla. Estamos acá para apoyar a las víctimas, reconocemos su valentía por romper el silencio por la violencia sexual sufrida" dijo Sandra Morán, activista en favor de las mujeres.
El general Ríos Montt es procesado junto a su entonces jefe de Inteligencia José Rodríguez por la muerte de al menos 1 mil 771 indígenas de la etnia ixil en el departamento de Quiché durante su gobierno de facto entre el 23 de marzo de 1982 y el 8 de agosto de 1983.

Entre lágrimas, la segunda víctima de violación narró los tres días que pasó siendo violada masivamente en el destacamento militar de Sajbal en Quiché en 1982. "Me agarraron las manos y los pies y me abrieron, no sólo a mi sino a mi mamá también. Eramos bastantes mujeres, esto me lo hicieron en el destacamento, vi cómo le mordían los pechos a mi mamá, luego me violaron a mí".

Hasta ahora 78 víctimas y familiares de masacres, asesinatos, desplazamientos, violaciones masivas, bombardeos, robo y quema de pertenencias y robo de niños han dado testimonio frente al tribunal.
Guatemala vivió una cruenta guerra civil entre 1960 y 1996 que culminó con la firma de acuerdos de paz. Según un informe de Naciones Unidas, unas 200 mil personas murieron en ese período.
Fuente:http://www.prensalibre.com/noticias/justicia/Mujeres-narran-violaciones-juicio-Rios_Montt_0_893910877.html

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