Nicolás Maduro, siguiendo el legado del presidente Chávez, por la Patria Grande Latinoamericana |
Por Carola Chávez
Sé que nos estás viendo pero de todos
modos quiero contarte. El 11de abril cerramos campaña en Caracas, otra vez las
siete avenidas, tus siete avenidas del 4 de octubre del año pasado. Entonces yo
estaba allá contigo viviendo otro de esos sueños que has sabido regalarnos,
entonces tú estabas aquí con nosotros.
Ha sido una campaña chavista, mi
Presi, porque estabas en todos lados. De Sabaneta a Miraflores, aquellos mismos
caminos y en cada uno de ellos tu presencia. Retumba tu voz en nuestro himno,
retumba cada vez que lo cantamos, y saltan millones de lágrimas, y nuestros
ojos te buscan en el aire, te sentimos en el amor que sentimos. Tu pueblo en la
calle sin ti pero contigo en el alma.
Superando pruebas, enormes,
dolorosas, tan dolorosas... y este dolor se convierte en fuerza y de la fuerza
en campaña vemos retoñar la alegría.
Y Nicolás, vaya vaina que le echaste,
teniendo que hacer campaña después de tus campañas, dar discursos después de
tus discursos…
No te equivocaste, Nicolás se ve
asentando en su Nicolasidad, y eso es bueno, lo vamos descubriendo y nos gusta.
Es jodedor, no hay burla que no ataje y le de la vuelta, el hombre que te vio
pajarito se convirtió en silbador, el chofer en su autobús con su mano de
plátano maduro. Tranquilo, sin nervios, Nicolás transmite paz en estos tiempos
que algunos pretenden que sean revueltos.
Y nosotros, los hijos de Chávez,
aquí, colmando las calles, demostrándole al mundo que sigues vivo. ¡Mi Presi,
eres millones! Y Caracas fue una fiesta roja. En Caracas borramos todas las
dudas, aquí estamos, contigo, intactos, en feliz y victorioso combate como
estamos acostumbrados.
Yo en Margarita miraba al cielo
margariteño buscando ver el cielo de Caracas, porque el cielo es todo el cielo,
y desde allá nos estás mirando, desde allá escuché tu risa “¡Ji ji ji,
compadre!”.
Cerramos campaña cerrando filas y
este domingo, mi Presi, apenas suene la diana, vamos a salir todos, y todas
nuestras lágrimas se convertirán en votos. Vamos salir a votar en paz y por la
paz, ignorando provocaciones, como tú, yosoychavezmente, sin pisar peines de
quienes no tienen más recursos que la violencia. Vamos a votar por la Patria
que tenemos, para que nuestros hijos y nietos también la tengan. Vamos a salir
con la alegría de quien sabe que vence y que vence en la más justa de la
causas. Vamos a votar, como lo hemos hecho durante estos catorce años, por
todas la razones por las que hemos votado siempre, porque son las mismas, el
rumbo es el mismo, el que tú nos mostraste, mi Presi, el que vamos a seguir
andando hasta la victoria siempre.
Ya sé que tu lo sabías, pero yo
quería contarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.