martes, 30 de abril de 2013

El analista ecuatoriano Alexis Ponce Analista evalúa fenómeno indígena en Ecuador




Analista ecuatoriano rechaza bloqueo a Cuba, denuncia la injerencia de EEUU en América Latina y evalúa fenómeno indígena en Ecuador

Por Roberto Bastidas


LA HABANA / El diálogo con el analista ecuatoriano Alexis Ponce constituye una posibilidad interesante para adentrarnos en la historia contemporánea de la nación, los retos de la Revolución Ciudadana y el actual contexto en que se desarrollan los movimientos progresistas de América Latina.

Alexis Ponce
Durante su reciente visita a La Habana, el también defensor de DDHH consideró que “el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba agrede y viola todos los derechos humanos, es decir la nómina íntegra de los derechos individuales, personales, colectivos, económicos, sociales y culturales, el derecho al desarrollo y todos los derechos de cuarta generación”.

“Si tomásemos al pie de la letra cada una de las resoluciones sucesivas, aprobadas por Naciones Unidas a favor de Cuba y en rechazo y condena al bloqueo de EEUU, y si se tratara al bloqueo como un crimen de guerra, al estilo de como trataron los tribunales de Nuremberg y de Tokio violaciones masivas a los DDHH, todos sus responsables tendrían que ir al cadalso”, aseveró Alexis Ponce.

El experto expresó a medios nacionales e internacionales de comunicación en Cuba que “si se analizara el bloqueo norteamericano impuesto a Cuba con todas sus secuelas de violación masiva de los derechos humanos, estoy plenamente convencido de que a los nazis en Nuremberg y a los genocidas nipones en el Tribunal de Tokio, acompañarían todos los responsables de este crimen de lesa humanidad”.

“Veremos qué sucedería si en el mundo se instaurara la propuesta en la que estoy trabajando para que las Naciones Unidas, así como tienen un examen periódico universal (EPU) destinado cada cuatro años a escarbar a las naciones en vía de desarrollo, aprueben un examen periódico universal para vigilar todas las violaciones de DDHH cometidas por las transacionales y multinacionales privadas, así como a las secuelas del bloqueo. Creo que Estados Unidos acompañaría solitariamente a Israel en la misma conducta. Lo que ha hecho Israel es salirse del Consejo de Derechos humanos de la ONU. EEUU tendría que hacer lo mismo” opinó el analista internacional.

Al ser interrogado acerca de por qué EEUU continúa manteniendo su injerencia en la región, el asesor gubernamental ecuatoriano aseguró que “es debido a todos los procesos que vive América Latina en conjunto, porque ya puede hablarse, diez años después de que empezaran, de un proyecto colectivo, diverso desde cada país, específico desde la historia de cada nación, que aglutina las tres banderas principales con las que se independizó el continente en el siglo XIX: la independencia, la soberanía y la plena autonomía para poder organizarnos como bloque geopolítico propio”.

En su amena conversación, Alexis Ponce se refirió a la “piratería cultural con la cual fue formado como país los Estados Unidos desde su embrión en el siglo XIX, de la manera en que fueron hechos, como núcleo anglosajón conservador, sin olvidar que en sus raíces culturales está la vieja Inglaterra, dueña absoluta de los mares a través de sus corsos y piratas”.

Precisó el experto que “en el caso específico de EEUU desarrollaron ellos mismos su propia concepción nacional basados en la supremacía divina, y esto obviamente no son sino espejuelos infames a la luz del siglo XXI, pero que demuestran que jamás Estados Unidos perdonará a América Latina haber dejado de ser su patio trasero”.

Alexis Ponce argumentó que “desde hace casi una década, Latinoamérica, colectivamente, a través de procesos como la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), la Unión Suramericanas de Naciones (UNASUR) y la propia Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), han demostrado que esa vieja concepción política, retrógrada y racista, ha dejado de ser realidad”.

“Cuando América Latina potencia su propio derecho al desarrollo, sus instrumentos orgánicos y financieros como el Banco del Sur, la nueva arquitectura de seguridad, lo que ha demostrado es que al relacionarse con China, Rusia, India, Sudáfrica y con todo aquello que implica en el planeta un nuevo orden internacional multipolar que se viene formando a despecho de la piramidal angustia de EEUU, no será posible que la Doctrina Monroe sea el colchón conceptual sobre el cual se asiente una realidad geopolítica para la próxima década”, aseveró el analista político.

“Eso es lo que sucede con EEUU -subrayó Ponce-, exactamente el mismo comportamiento de los decadentes Césares de la etapa final del Imperio Romano”. Resaltó igualmente que “claro está que América Latina, muy curiosamente identificada por los supremacistas blancos de EEUU como el continente de los supuestos bárbaros, lo que ha hecho es empezar a consolidar, no desde la guerra, sino desde la paz, este nuevo bloque geopolítico que no amenaza a nadie, sino que incentiva su derecho a ser y actuar”.

Otro de los temas evaluados por Alexis Ponce es el referido al análisis del fenómeno indígena actual dentro de la sociedad ecuatoriana: “Habría que verlo desde dos aristas, una histórica y otra desmitificadora”, apuntó. El analista político opinó que “desde el punto de vista histórico tenemos que entender que mientras continuemos este largo y lento proceso de revolución pacífica, que tiene mucho de cultural, tendremos que irnos despojando de a poco como sociedad de tantos prejuicios racistas mientras avanza la transición e el viejo y el nuevo estado”.

Ponce afirmó que “otros países del sur de América viven procesos de cambio como Bolivia donde se puede hablar de una realidad estatal diferente porque sus organizaciones indígenas y campesinas forman parte del proyecto de gobierno, pero en los casos de Argentina, Uruguay y otros como Ecuador, todavía seguimos arrastrando desde el nacimiento mismo de la República independiente del coloniaje español, esa visión blanco-mestiza, uniformizadora de la realidad”.

Alexis Ponce recordó que “Ecuador ha hecho intentos impresionantes por avanzar en una propuesta de cambio, más claramente desde el 2005 cuando la caída de Lucio Gutiérrez, donde el papel de las organizaciones que hasta ese momento eran consideradas la columna vertebral del proyecto de liberación social en el país, como la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), consideradas la vanguardia de estos proyectos de liberación, quedaron desde entonces establecidas como la retaguardia y hasta en muchos aspectos como núcleo de la reacción si tomamos en cuenta el papel desempeñado el 30-S, porque a partir del 2005 perdieron iniciativa política e histórica, y concentraron, lo que es entendible pero no perdonable, un racismo al revés”.

El experto ecuatoriano señaló además que “el estado lo que hizo fue ir incorporando nuevas medidas primero muy tímidas en el gobierno de Alfredo Palacio, luego en la constituyente del 2007-2008 y finalmente en los procesos políticos institucionales de revolución social, cultural y en particular en el desmantelamiento del neoliberalismo , hasta empezar a conformar lo que el Presidente Rafael Correa denomina la sociedad post neoliberal o el socialismo del buen vivir que estamos intentando esbozar con mucho esfuerzo, porque se trata de una creación original, no de una copia ni calca de ninguna revolución anterior”.

“Todo este complejo panorama sirvió como antecedente para saber que por un lado el estado empezó a responder viejas demandas históricas que dejaron paulatinamente desprovista a la expresión orgánica más reconocida a nivel internacional, la CONAIE, de sus principales banderas, y por otro lado, al quedarse sin banderas, se convierte paulatinamente en un reducto, como lo fue el FUT en los 90as”, reconoció Alexis Ponce.

El experto añadió que “nunca se dijo a nivel internacional, por parte de los grandes medios que había una composición burguesa en este movimiento, no solo popular, pues cuando se hablaba de la CONAIE creían que hablaban de Túpac -Amaru y ofrecían un enfoque paternalista, al estilo “Robinson Crusoe” o del “buen salvaje”, sobre pueblos indígenas que nada tiene que ver con su realidad social y cultural”.

“Desde el punto de vista del enfoque histórico, siempre escuchamos hablar de Rumiñahui, Túpac -Amaru, Caupolicán, que en todas las regiones de América Latina son la expresión de la resistencia de nuestros pueblos indígenas en contra del colonialismo y la usurpación genocida del imperio español, pero con el pasar de los años y debido a nuestra mediocre educación en la región, se fueron retirando de nuestra memoria otro tipos de líderes indígenas, los traidores a sus pueblos, aquellos líderes indígenas que pelearon del lado español, como Felipillo que se puso del lado de los conquistadores contra Atahualpa”, precisó Alexis Ponce.

“En buena parte del mundo se ha vendido la idea falsa de que todos los líderes indígenas, per-se, por ser indígenas, son de izquierda. Y eso es falso. Hay una burguesía indígena desde hace décadas, hay clanes, y hay corrientes conservadoras en su interior, como los señores Tituaña y Tibán, a quien dejé de decir compañeros hace varios años”.

El analista ecuatoriano significó que “cuando decimos CONAIE, Pachakutik, cuando hablamos de dirigencia indígena, no hablamos de un colectivo unificado, pero de manera expresa todos los analistas e intelectuales de las viejas y nuevas izquierdas olvidan que existe en el caso ecuatoriano, en el caso de los pueblos indígenas, una diversificación de liderazgos, no solo progresistas, y de una estructura económica y social diversa, pues nunca admitieron que la CONAIE no solamente estaba conformada por las comunidades indígenas más pobres, sino por oligarquías indígenas, desde su nacimiento en la década del 90 del pasado siglo”.

El experto destacó que “como la revolución ciudadana es una niña de siete años, será una bella adolescente y pasará a ser una mujer madura, que incorporará estos análisis, inclusive para acerar mejor hacia el mundo de la solidaridad, pues no se puede permitir que se diga que este es un gobierno que ha cometido etnocidios, crímenes de lesa humanidad y que es violador de los derechos de los indígenas y que esta asolando a esas organizaciones sociales. Esa es una matriz que se está vendiendo al mundo con la alegre ayuda de las grandes empresas multinacionales de la comunicación”.

Ponce advirtió que “la CONAIE fue despedazada éticamente primero cuando se aventuró en el golpe del año 2000, luego como experiencia orgánica en el gobierno de Lucio Gutiérrez y ésta su falla estructural se negó a hablar siempre en sentido autocrítico, así como de la composición interclasista en la cual fue organizada, no solo por las bases repito, sino por burguesías indígenas también, que en su interior cohabitan y existen con los indígenas pobres”.

“Tampoco nos dijeron antes que estructuralmente estaban organizadas con un espíritu de ONG en el interior de su dirección desde su nacimiento, gracias a la ayuda de la culta y muy nada inocente Unión Europea y a la cooperación de fundaciones estadounidenses”, aclaró el especialista.

En su fructífero intercambio en La Habana, Alexis Ponce rememoró que “durante los años 70 y principios de los 80 la vanguardia social de lucha en el Ecuador era la clase obrera, organizada en el FUT y las centrales sindicales, pero luego con la globalización y el neoliberalismo imperantes, la clase obrera de la fábrica tal como la entendimos en los 70as se desestructuró, ya no podía ser la vanguardia social y emerge la CONAIE en los 90as, pero comete el error de creer que siempre será la nueva vanguardia social como si el mundo no cambiara permanentemente”.

El experto ecuatoriano añadió que “una década después, la CONAIE creyó que iría a perpetuarse como vanguardia social sin haber entendido la realidad cambiante y luego cuando empiezan los levantamientos urbanos y se desencadena la rebelión forajida en el 2005, la Conaie ya no es la misma. Este es un punto fundamental para entender el período de crisis en que queda postrada la CONAIE, entre otras razones por falta de iniciativa histórica, estratégica y política”.

Ponce analizó que “emergieron desde entonces otros actores, la clase media urbana, los CDRs, con otras referencias orgánicas, totalmente nuevas, que cogió desprevenidas a las viejas izquierdas, y entonces se queda paralizada la expresión orgánica de los pueblos indígenas representada en la CONAIE, mientras otras organizaciones sociales deciden apostar por la Revolución Ciudadana, como en los casos de la FEI y la FENOCIN”.

“La CONAIE se quedó aislada como un reducto sectario, la sociedad ya no le reclamaba ser el centro del cambio, porque el proyecto pro-imperial de Lucio Gutiérrez, experto ajedrecista de inteligencia militar y aliado de Washington, había dinamitado a la CONAIE, sin que ella lo admita hasta hoy”, aseguró Alexis Ponce.

El analista aseveró que “cuando nos levantamos como pueblo en la rebelión forajida, nuestras banderas fueron el rescate de la Patria, su dignidad, soberanía, independencia y el 20 de abril de 2005 expulsamos a Lucio del poder”.

“El mismo pueblo se expresó luego en una referencia nueva denominada la revolución ciudadana, y ya para entonces la CONAIE se había convertido en una estatua de sal por quedarse mirando al ayer y no mirar hacia el futuro”, destacó el asesor gubernamental ecuatoriano.

El también defensor de los DDHH denunció que “la oligarquía mediática mundial y en particular la ecuatoriana siguen insistiendo en desvirtuar y manipular estas realidades, usando dirigentes a quienes maquillan con una imagen de izquierda, sin serlo, como Tibán y Tituaña por ejemplo, que aparecen como estrellas de los medios privados, para atacar y minar estos procesos, no solo el de Ecuador, sino de Venezuela, Argentina y la propia Bolivia”.

“Algunos cuadros indígenas han perdido la brújula y es lamentable. Pero nuestro gobierno ha hecho ingentes esfuerzos no solamente por entender el mundo indígena, a sus diversos pueblos y nacionalidades, sino que también ha reivindicado derechos largamente postergados para los indígenas como el agua y la tierra, que serán las banderas de este nuevo período y la política social de Rafael Correa”, aseguró en La Habana Alexis Ponce, analista ecuatoriano.


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