lunes, 1 de abril de 2013

33 militares de Perú acusados por masacre de 300 reos (en 1986, crímenes que no prescriben)



Publicado el 3/30/13 • en Contrainjerencia

masacre de reos en la cárcel de El Frontón

La Sala Penal Nacional del Poder Judicial de Perú ha notificado que un total de 33 miembros de la Marina se encuentran entre los acusados por homicidios que equivalen a crímenes contra la humanidad por la masacre de reos en la cárcel de El Frontón, que tuvo lugar en 1986.
El abogado Carlos Rivera ha indicado que “la mencionada instancia judicial estará generando una fecha de inicio del juicio a través de la correspondiente acta de enjuiciamiento”, según ha informado la agencia estatal de noticias peruana, Andina.
“Esto permitirá que después de muchos años finalmente se esclarezcan los hechos y establezcan responsabilidades”, ha agregado, antes de indicar que la acusación cifra en 133 el número de víctimas de la masacre.
El documento de la acusación incluye declaraciones de los supervivientes, de los agentes que participaron en el incidente y las investigaciones que se llevaron a cabo en el fuero militar. La acusación contempla penas de 25 años de cárcel para los acusados.
“La Fiscalía se ha preocupado en aportar muchos elementos de prueba que acrediten que este hecho no solamente ocurrió, sino que además es posible identificar a los perpetradores materiales del crimen”, ha manifestado Rivera.
Rivera ha añadido que en 2004 el Ministerio Público excluyó del proceso a las autoridades políticas del momento en que tuvo lugar la masacre, entre los que se encuentran el entonces presidente Alan García y el vicealmirante Luis Giampietri, en ese momento uno de los jefes de la Marina de Guerra, quienes tendrán que comparecer en calidad de testigos.
La matanza de El Frontón se encuadra dentro de un conjunto de acciones militares que tuvieron lugar en el país los días 18 y 19 de junio de 1986 tras un amotinamiento de presos acusados de terrorismo en dicha cárcel y en los penales de San Juan de Lurigancho y Santa Bárbara.
La respuesta policial y militar con la que se reprimió este motín tuvo como resultado el asesinato de alrededor de 300 de los amotinados.

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