jueves, 24 de enero de 2013

Los EE.UU. y Suecia contra la CELAC. Terrorismo diplomático contra Cuba en Chile


La embajadora sueca en Santiago de Chile, Eva Zetterberg, se caracterizó como peor
“invasora” que el embajador estadounidense en los asuntos internos en Nicaragua, una
verdadera representante del neocolonialismo sueco en América Latina.


Por Jorge Capelán, RLP/TcS.

Los EE.UU., Suecia y una red de la ultraderecha latinoamericana participan activamente en una maniobra para sabotear la reunión de Jefes de Estado de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) de la mano de la CIA y de los sectores más recalcitrantes de la mafia anticubana de Miami.

Esta semana, la publicación chilena Crónica Digital, informa que la embajada sueca en Santiago y el tanque de ideas ultraderechista CADAL de Argentina, con el apoyo, faltaba más, de la EMBUSA, preparan para hoy, jueves 24, dos días antes de que comience la Cumbre, una actividad denominada de “Promoción de la Solidaridad Democrática Internacional” que tendrá como principal objeto de ataque a la Revolución Cubana y al presidente Raúl Castro.

Los objetivos de fondo de la acción parecen ser los de crearle problemas al presidente chileno Sebastián Piñera y al mismo tiempo enrarecer el ambiente para cualquier discusión política seria entre una Unión Europea aquejada por graves crisis en todos los órdenes y una América Latina cada vez más unida e independiente. La activa participación de Suecia, un país al que cada vez más observadores reconocen como lacayo de los Estados Unidos, persigue probablemente el objetivo de presionar a los miembros de la Unión Europea que se sientan más inclinados a tomarse en serio la Cumbre. Sin embargo, las denuncias venezolanas de planes para atentar contra la vida del vicepresidente Nicolás Maduro y el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, hacen pensar que objetivos aún más siniestros pueden esconderse tras la trama.

Según la publicación chilena, los operadores del encuentro de reaccionarios que se darán cita en la actividad promovida por CADAL son:

- Lawrence Corwin, oficial de la CIA estadounidense plenamente identificado por los servicios de inteligencia cubanos, que estuvo estacionado en la isla entre 1998 y 2001;

- el diplomático sueco Anders Ingemar Cederberg, quien durante su estancia en La Habana entre 2005 y 2010 se dedicó a tiempo completo a la ingerencia política en la isla al punto tal de que las autoridades cubanas presentaron formales protestas ante su gobierno;

- Mijail Bonito Lovio, Secretario de Relaciones Internacionales de la entidad creada por la CIA llamada “Cuba Independiente y Democrática” (CID);

- la Coordinadora de Programas de CADAL, Micaela Hierro Dori;

- y, por último, unos 18 políticos de la ultraderechista Alianza Parlamentaria Democrática de América (APDA).

El Centro para la Apertura y el Desarrollo en América Latina (CADAL) es una red de ultraderecha basada en Buenos Aires, desde donde se dedica a realizar todo un trabajo muy intenso de propaganda y presión política contra Cuba, Venezuela y el ALBA.

Formado el 27 de febrero de 2003 en Buenos Aires, CADAL cuenta o ha contado entre sus filas a connotados personeros e ideólogos de la derecha continental con raíces en las dictaduras fascistas que asolaron al Cono Sur en los 70s, como el ex Jefe de Prensa de la dictadura uruguaya (y también ex presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa), Danilo Arbilla; a Hugo Martini, ex redactor de la revista Carta Política, órgano ideológico de la dictadura argentina y el ex Ministro del Trabajo de Pinochet, José Piñera, cuyo hermano Sebastián hoy es presidente.

A esta lista se deben agregar muchos otros nombres que harían este artículo demasiado extenso, pero no podemos dejar de mencionar al estratega del plan para causar la división étnica de Bolivia, el miembro del Consejo de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mark Falcoff, que en alguna ocasión ha brindado sus conocimientos de experto en los seminarios de CADAL. Otros nombres que no podemos dejar de mencionar: el ex candidato de la derecha venezolana José Manuel Rosales, el boliviano Jorge “Tuto” Quiroga y el cubano Carlos Alberto Montaner.

CADAL tiene relaciones con todos los movimientos de la derecha recalcitrante en América Latina, pero llama especialmente la atención sus contactos con grupos como el Directorio Democrático Cubano y gente como Orlando Gutiérrez-Boronat, así como personajes como el protector de Luis Posada-Carriles, el ex-jefe de Migración de los EE.UU., Emilio Gutiérrez.

Las tareas de los diplomáticos suecos ahora es disfrazarse como agentes “ocultos” en Cuba o los estados progresistas. El mismo canciller Carl Bildt y su ministra de ASDI, Gunilla Carlsson, ambos del partido de la derecha (m), reconocen abiertamente que su gobierno tiene un presupuesto y una agenda secreta al servicio de la contrarrevolución cubana. Ingemar Cedeberg, hoy jubilado, también trabajaba como secretario de comercio en la embajada sueca en Bogota hasta el 2005. Preguntado por el subdirector de ANNCOL, Dick Emanuelsson, en la misma cancillería en Estocolmo en el mes de marzo 2012, que la cancillería sueca considera el caso de Joaquín Pérez Becerra como un “caso consular”. El papel de la cancillería sueca ha sido nefasto en el caso de Pérez y prácticamente ha abandonado al ciudadano sueco a favor de los intereses de las transnacionales suecas, los verdaderos patronos de Cederberg en Colombia.


También llama la atención la relación de esta red con Suecia. En febrero del 2011 CADAL le dio al diplomático escandinavo Anders Ingemar Cederberg el Premio a la Democracia Comprometida por el servicio que prestó en Cuba, y además en abril de ese año lo llevó a Argentina para que rindiera informe en privado de su gestión desestabilizadora contra Cuba. De esa relación salió un libro de CADAL, financiado por la fundación alemana Konrad Adenauer, en el que Cederberg narra con total desparpajo su “heroicas” andanzas como agente disfrazado de diplomático en la isla socialista.

Sin embargo, el amorío entre CADAL y Suecia viene desde mucho más atrás, ya que uno de sus primeros financiadores fue el tanque de ideas de la patronal sueca, Timbro. Además, ha sido un cuadro de la derecha sueca, el ex-chileno Mauricio Rojas, uno de los fieles asesores de CADAL a lo largo de los años desde su posición en el “Consejo Científico” de la organización.

A pesar de Olof Palme, el reino de Suecia tiene muy mala imagen en Nicaragua, principalmente por la tristemente célebre actuación de la embajadora Eva Zetterberg que desde posiciones supuestamente progresistas, rutinariamente se metía en los asuntos internos del país comentando la política local como si fuese un político más en las filas del MRS.

A lo largo de los años hemos seguido la inexorable deriva de la Zetterberg. De Managua tardó unos cuantos meses antes de que le consiguieran el atractivo puesto de embajadora en Santiago. Ahora, Zetterberg y sus empleados, sin complejos de ningún tipo, se lanzan al ruedo con lo más granado de la Central de Inteligencia Americana y la ultraderecha continental. Triste carrera, la de esta señora, que de ser ardiente partidaria de la lucha armada en los 70's se pasó al eurocomunismo en los 80's, de ahí al ONGismo en los primeros años del siglo y ahora acaba en las más fétidas aguas del derechismo.

La maniobra de CADAL en Santiago fracasará porque nuestros pueblos están alertas. Son demasiado fuertes la corrientes de la historia que han roto con el aislamiento imperial a Cuba en América Latina y las que empujan la independencia de nuestra región.

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Publicado por Jorge Capelán para Comentarios e Información desde Nicaragua el 1/24/2013


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