El poeta y el revolucionario ruso Vladimir Majakovskij (1893-1930), resumía el fascismo en tres líneas: EL FASCISMO ES HAMBRE, EL FASCISMO ES TERROR, EL FASCISMO ES GUERRA. Luis Britto lo describe en su trabajo abajo que ANNCOL reproduce para alertar sobre los planes del fascismo contra Venezuela, desde adentro y desde afuera, que también son planes contra el proceso de paz en Colombia.
FASCISMO
Por Luis Britto García
Hollywood
representa el fascismo como pandilla de malencarados en uniforme que agitan
estandartes y gritan órdenes. La realidad es más perversa. Según
Franz Leopold Neuman en Behemoth: The Structure
& Practice of National Socialism, 1933-1944, el
fascismo es la complicidad absoluta entre el gran capital y el Estado. Donde
los intereses del gran capital pasan a ser los de la política, anda cerca el
fascismo. No es casual que surja como respuesta a la Revolución comunista de la
Unión Soviética.
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El
fascismo niega la lucha de clases, pero es el brazo armado del capital en ella.
Aterroriza a la baja clase media y la marginalidad con el pavor a la crisis
económica, a la izquierda y la proletarización y las enrola como paramilitares
para reducir por la fuerza bruta a socialistas, sindicalistas, obreros y
movimientos sociales. Mussolini fue subvencionado por la fábrica de armas
Ansaldo y el Servicio Secreto inglés; Hitler financiado por las industrias armamentistas
del Ruhr; Franco, apoyado por terratenientes e industriales, Pinochet por
Estados Unidos y la oligarquía chilena.
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La crisis
económica, hija del capitalismo, es a su vez la madre del fascismo. A pesar de
estar en el bando vencedor en la Primera Guerra Mundial, Italia sale de ella
tan destruida que la clase media se arruina y participa masivamente en la
Marcha sobre Roma de Mussolini. En la elección de mayo de 1924, Hitler obtuvo
sólo el 6,5% de los votos. En las de diciembre de ese año, sólo el 3,0%. Pero
en las de 1928, cuando revienta la gran crisis capitalista, obtiene 2,6%, en
1930 gana 18,3%, y en 1932, 37,2%, con lo cual accede al poder y lo utiliza
para anular a los restantes partidos. Pero el fascismo no remedia la crisis: la
empeora. Durante Mussolini el costo de la vida se triplicó sin ninguna
compensación salarial ni social. Hitler empleó a los parados en fabricar
armamentos que condujeron a la Segunda Guerra Mundial, la cual devastó Europa y
causó sesenta millones de muertos. Franco inicia una Guerra Civil que cuesta
más de un millón de muertos y varias décadas de ruina; los fascistas argentinos
eliminan unos treinta mil compatriotas, Pinochet asesina unos tres mil
chilenos. Tan malo es el remedio como la enfermedad.
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El fascismo
convoca a las masas, pero es elitista. Corteja y sirve a las aristocracias, sus
dirigencias vienen de las clases altas e instauran sistemas jerárquicos y
autoritarios. Charles Maier, historiador, recalca que hacia 1927, el 75%
de los miembros del partido fascista italiano venía de la clase media y media
baja; sólo 15% era obrero, y un 10% procedía de las élites, los cuales sin
embargo ocupaban las altas posiciones y eran quienes en definitiva fijaban sus
objetivos y políticas. Hitler establece
el “Fuhrer-Prinzip”: cada funcionario usa a sus subordinados como le parece
para alcanzar la meta, y responde sólo ante el superior. El Caudillo falangista
responde sólo ante Dios y la Historia, vale decir, ante nadie.
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El
fascismo es racista. Hitler postuló la superioridad de la “raza” aria,
Mussolini arrasó con libios y abisinios, y planeó el sacrificio de medio millón
de eslavos “bárbaros e inferiores” a favor de 50.000 italianos superiores. El
fascismo sacrifica a sus fines a los pueblos o culturas que desprecia. Los
falangistas tomaron España con tropas moras de Melilla. Alber Speer, el
ministro de Industrias de Hitler, alargó la Segunda Guerra Mundial de dos a
tres años más con la producción armamentista activada por tres millones de
esclavos de razas “inferiores”.
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Fascismo y
capitalismo tienen rostros aborrecibles que necesitan máscaras. Los fascistas
copian consignas y programas revolucionarios. Mussolini se decía socialista, el
nazismo usurpó el nombre de socialismo y se proclamaba partido obrero (Arbeite);
en su programa sostenía que no se debía tolerar otra renta que la del trabajo. Por
su falta de creatividad, roban los símbolos de movimientos de signo opuesto.
Los estandartes rojos comunistas y la cruz gamada, símbolo solar que en Oriente
representa la vida y la buena fortuna, fueron confiscados por los nazis para su
culto de la muerte.
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El
fascismo es beato. Los curas apoyaron a los falangistas que salían a matar
prójimos y fusilar poetas. El Papa bendijo las tropas que Mussolini mandó a la
guerra; nunca denunció las tropelías de Hitler. Franco y Pinochet fueron
idolatrados por la Iglesia.
8
El
fascismo es misógino. La misión de las mujeres se resume en Kirche, Kuchen,
Kinder, vale decir, iglesia, cocina, niños. Nunca figuró públicamente una
compañera al lado de sus líderes; quienes las tuvieron, las escondieron o
relegaron minuciosamente. Nunca aceptaron que una mujer ascendiera por propio
mérito o iniciativa. Hitler las encerró en granjas de crianza para parir arios;
Mussolini les asignó el papel de vientres para incrementar la demografía
italiana, Franco y Pinochet las confinaron en la iglesia y la sala de partos.
9
El
fascismo es anti intelectual. Todas las vanguardias del siglo pasado fueron
progresistas: la relatividad, el expresionismo, el dadaísmo, el surrealismo, el
constructivismo, el cubismo, el existencialismo, la nueva figuración. A todas,
salvo al futurismo, las trató como “Arte Degenerado”. El fascismo no inventa, recicla.
Sólo cree en el ayer, un ayer imaginario que nunca existió. El fascismo asesinó
a Matteotti, encarceló a Gramsci, fusiló a García Lorca e hizo morir en la
cárcel a José Hernández. Pinochet asesinó a Víctor Jara. Cuando oigo hablar de
cultura, saco mi pistola, decía Goering. Cuando oigamos hablar de fascismo,
saquemos nuestra cultura.
(Texto/Foto: Luis
Britto)
“Gustav Krupp von Bohlen und Halbach (7 de agosto de 1870 – 16 de enero de 1950). Diplomático y empresario de la industria del acero alemán, gestor del grupo de industria pesada Krupp AG desde 1909 a 1941. Fue procesado en el Juicio de Núremberg por prácticas esclavistas con presos”, escribe Wikipedia. En la foto Adolfo Hitler condecora a Gustav Krupp, dueño de la empresa No 1 de acero en Alemania, el Concorcio Krupp AG. e ilustra la alianza entre el Gran Capital aleman y el fascismo. |
Luis Britto García:
El gran capital es el
cómplice del fascismo
02/05/2013 - 18:01.
Informe21.com
Cuando los diputados de la llamada Mesa de la Unidad sabotearon
la sesión que se iniciaba el pasado martes 30 de abril en la Asamblea
Nacional con gritos, pitos y cornetas, el escritor venezolano Luis Britto
García acaba de responder las preguntas de esta entrevista sobre el fascismo.
La provocación
opositora en el Palacio Legislativo provocó el enfrentamiento físico y hasta
sillas se lanzaron contra parlamentarios chavistas. En su libro sobre las
doctrinas político-económicas, Walter Montenegro, apunta que con la consigna de
'destruir el bolchevismo' en Italia los fascistas “iniciaron una campaña de
violencia para adquirir el control del escenario político. Por igual se
estrellaron contra los comunistas, los socialistas, los cooperativistas (...)”.
Así como en
1970 los medios de comunicación censuraron el Premio Casa de Las Américas que
recibió Britto García, quien fue tildado de “izquierdista” por obtener un
galardón de Cuba, la prensa privada actual acalló las agresiones a las
parlamentarias socialistas en aquel enfrentamiento, y poco antes había
silenciado los asesinatos de chavistas que salieron a defender Centros de
Integrales de Diagnóstico, creados durante la Revolución Bolivariana, ante
amenazas de grupos reaccionarios después de las elecciones presidenciales.
En un acto en
conmemoración del Día del Libro, el mes pasado, el autor
deRajatabla citaba algunos elementos sobre el fascismo, a propósito del
pensamiento de la derecha. “El fascismo es la colusión del poder del Estado y
del gran capital financiero. Es el gran capital financiero aliado con el poder
del Estado, y cuando no lo tienen tratan de buscarlo”.
Entonces ¿La derecha siempre ha sido fascista porque
en todo momento ha estado ligada al gran capital?
– La derecha es
en cierta forma protofascista, pues subordina toda consideración ética, social
o intelectual a la obtención de la ganancia por el medio que sea. Examina
cualquier balance contable: solo toma en cuenta los ingresos; no hay una sola
casilla que evalúe moralidad o solidaridad o calidad de la vida. Cuando la
derecha busca abiertamente optimizar sus ganancias mediante la violencia
política, tenemos el fascismo, el nacionalsocialismo, el falangismo, el
pinochetismo.
¿A qué se puede atribuir que también la derecha use
el término para adjudicárselo al Gobierno?
– El gran
capital nacional e internacional financia a través de ONG, y por otras vías, a
partidos políticos enteramente afines con los intereses del capital. Y el mejor
recurso de un ladrón para ocultarse es gritar ¡Al ladrón! y señalar a otro.
Para saber quién es el verdadero fascista, basta saber a quien favorece su
cómplice, el gran capital, y a quien apoyan sus otros cómplices, las iglesias y
los imperios.
Usted relacionó a la clase media aterrorizada por
convertirse en proletaria con el fascismo. ¿Cómo la clase media puede ser un
elemento del fascismo?
– La clase
media vive entre dos angustias: la de saber que le es muy difícil elevarse
hasta la élite y muy fácil empobrecerse. Pregúntenle a las clases medias de
Estados Unidos y Europa, hoy en día con altas tasas de desempleo, desalojadas
de sus viviendas y sin futuro. Lo único que les resta a esas clases es la
defensa de su identidad, el sentir que por mucho que se empobrezcan son
distintas de la clase obrera o de los simples pobres, a los que odian. Entre
los más racistas de Estados Unidos se encuentran algunos blancos pobres,
obsesionados por el temor de descender a un nivel inferior: al de los hispanos
o los negros. Las élites los convencen de que la violencia fascista es el único
medio de evitar el desclasamiento. Las bases sociales del fascismo siempre
fueron las pequeñas burguesías a quienes se aterrorizó con la amenaza de que
acabarían siendo proletarias.
– El
historiador Charles Maier señala que hacia 1927, 75% de los miembros del
partido fascista italiano pertenecía a la clase media y media baja; sólo 15%
era obrero, y 10% pertenecía a las élites, que sin embargo, por las altas
posiciones que ocupaban en el partido, fijaban sus objetivos y políticas. Algo
parecido sucedió con el nacionalsocialismo alemán.
¿Qué otros elementos y mecanismos considera
esenciales del fascismo?
– El
anticomunismo y el antisocialismo. La violencia paramilitar para destruir
sindicatos u organizaciones sociales de la clase trabajadora. La violencia y el
asesinato para conquistar el poder o mantenerse en él. La creación de campos de
exterminio o de concentración para los opositores. El antiintelectualismo. La
misoginia, pues desprecian u odian a las mujeres. El desprecio étnico y racial
hacia sus opositores. El elitismo. El robo de consignas o de simbologías a
movimientos populares.
¿Existen formas de fascismo en Venezuela? ¿Ha habido
antecedentes importantes en el país?
– Hubo en
Venezuela un movimiento fascista llamado Tradición, Familia y Propiedad al cual
perteneció el candidato opositor.
¿Tiene un peso en Venezuela este término, tomando en cuenta que Europa fue la cuna del fascismo?
– Europa es la
cuna de muchas pestes que se han esparcido por el mundo, como el imperialismo,
el colonialismo y el racismo. De hecho, el fascismo europeo está vinculado con
el intento de conquistar colonias por parte de países que llegaron tarde a la
unificación nacional, como Italia y Alemania. Al intentar conquistar lo que
ellos llamaban su espacio vital, fueron destruidas por otros imperios que ya se
habían repartido el mundo, como el británico, el estadounidense y el francés.
Muchos compatriotas que aborrecen su propio país quieren sentirse europeos;
nada de raro tiene que se quieran sentir fascistas.
La palabra “fascista” ha sido bastante manoseada
últimamente en el país, incluso Antonio Pasquali lo tildó a usted así por
declarar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que en
el país existía plena libertad de expresión. Al igual que algunos políticos de
la derecha, él considera al Gobierno nacional como “totalitario” y “mentiroso”
y, en consecuencia, “fascista”. ¿Qué lectura tiene de ello?
– Antonio
Pasquali no es más que un ignorante irrecuperable. Cada fascista juzga por su
condición. Creo que es el único caso en el cual ha fracasado la misión
alfabetizadora Robinson. La ignorancia es el más perfecto caldo de cultivo del
fascismo.
Antonio Barrios AVN
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