En memoria de Oscar Niemeyer
Elena Andrusenko
La Voz de Rusia
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Foto: EPA
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En Río de
Janeiro dejó de existir el maestro de la arquitectura mundial, el brasileño
Oscar Niemeyer.
Falleció diez días antes de su 105
cumpleaños.
Oscar Niemeyer dijo su palabra
prácticamente en todas las orientaciones de la arquitectura moderna. Llevaba
consecuentemente a la práctica la idea de la construcción con hormigón armado
monolítico, pero cuán plásticos son los edificios que había creado con estas
estructuras. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia, la sede de la ONU
en Nueva York, la catedral de la capital de Brasil… Oscar Niemeyer significa no
solo cientos de edificios construidos en muchas ciudades del mundo. Es asimismo
una leyenda que tiene una base real: el experimento urbanístico más famoso del
siglo XX: la nueva capital de Brasil, la ciudad futurística de Brasilia,
levantada en 1960 según el plano general de Niemeyer. Entonces todo el mundo
comprendió que había aparecido un nuevo genio en arquitectura, hombre de escala
del Renacimiento, a quien no le asustó un trabajo inverosímil: edificar en
varios años en un desierto una de las urbes más impresionantes del planeta. A
propósito, ella fue incluida en la lista del Patrimonio Cultural de la UNESCO.
El arquitecto decía: “Cuando construíamos Brasilia, nos parecía que creábamos
un mundo nuevo, absolutamente distinto, libre, alegre, joven”. Es cierto que
más tarde apuntaba con aflicción: “Hemos construido un vedado para los
burócratas. Allí no hay lugar para los obreros. No, el arquitecto debe ser
hombre de la izquierda”.
Las convicciones de la izquierda,
comunistas de Niemeyer jugaron su papel en que sus realizaciones fueran
reconocidas por la URSS. En ruso fueron editados sus libros y a los incontables
galardones de Niemeyer se les añadió el Premio Internacional Lenin “Por el
fortalecimiento de la amistad entre los pueblos” y la Orden de la Amistad que
le fue entregada en 2007. El conocido arquitecto Andrei Chernijov en entrevista
a nuestra emisora dijo lo siguiente del fallecimiento del maestro:
—De veras es toda una época. Demostró
con su vida que la arquitectura como arte no tiene edad. Todos nosotros
dibujábamos su “Brasilia”: dos magníficos, limpios paralelepípedos, tazas
invertidas, conos. Cuando aparecieron materiales con proyectos de Niemeyer y
con sus marquesinas encorvadas, bellamente dibujadas, todos los arquitectos
soviéticos hicieron algo parecido en sus edificios.
“La arquitectura no puede cambiar nada,
pero la vida cambia la arquitectura hasta que se vuelva irreconocible”. Así
pensaba el gran arquitecto Oscar Niemeyer. Le gustaba ver las nubes, “esperando
una revelación en sus formas en permanente cambio”. A pesar de su edad
avanzada, Niemeyer trabajó hasta los últimos días. En su escritorio se quedó el
proyecto de un nuevo edificio de un conocido restaurante de Río de Janeiro.
vs/mo
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