domingo, 9 de diciembre de 2012

En memoria de Oscar Niemeyer




En memoria de Oscar Niemeyer

Elena Andrusenko
La Voz de Rusia

Foto: EPA
En Río de Janeiro dejó de existir el maestro de la arquitectura mundial, el brasileño Oscar Niemeyer.

Falleció diez días antes de su 105 cumpleaños.

Oscar Niemeyer dijo su palabra prácticamente en todas las orientaciones de la arquitectura moderna. Llevaba consecuentemente a la práctica la idea de la construcción con hormigón armado monolítico, pero cuán plásticos son los edificios que había creado con estas estructuras. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia, la sede de la ONU en Nueva York, la catedral de la capital de Brasil… Oscar Niemeyer significa no solo cientos de edificios construidos en muchas ciudades del mundo. Es asimismo una leyenda que tiene una base real: el experimento urbanístico más famoso del siglo XX: la nueva capital de Brasil, la ciudad futurística de Brasilia, levantada en 1960 según el plano general de Niemeyer. Entonces todo el mundo comprendió que había aparecido un nuevo genio en arquitectura, hombre de escala del Renacimiento, a quien no le asustó un trabajo inverosímil: edificar en varios años en un desierto una de las urbes más impresionantes del planeta. A propósito, ella fue incluida en la lista del Patrimonio Cultural de la UNESCO. El arquitecto decía: “Cuando construíamos Brasilia, nos parecía que creábamos un mundo nuevo, absolutamente distinto, libre, alegre, joven”. Es cierto que más tarde apuntaba con aflicción: “Hemos construido un vedado para los burócratas. Allí no hay lugar para los obreros. No, el arquitecto debe ser hombre de la izquierda”.

Las convicciones de la izquierda, comunistas de Niemeyer jugaron su papel en que sus realizaciones fueran reconocidas por la URSS. En ruso fueron editados sus libros y a los incontables galardones de Niemeyer se les añadió el Premio Internacional Lenin “Por el fortalecimiento de la amistad entre los pueblos” y la Orden de la Amistad que le fue entregada en 2007. El conocido arquitecto Andrei Chernijov en entrevista a nuestra emisora dijo lo siguiente del fallecimiento del maestro:

—De veras es toda una época. Demostró con su vida que la arquitectura como arte no tiene edad. Todos nosotros dibujábamos su “Brasilia”: dos magníficos, limpios paralelepípedos, tazas invertidas, conos. Cuando aparecieron materiales con proyectos de Niemeyer y con sus marquesinas encorvadas, bellamente dibujadas, todos los arquitectos soviéticos hicieron algo parecido en sus edificios.
“La arquitectura no puede cambiar nada, pero la vida cambia la arquitectura hasta que se vuelva irreconocible”. Así pensaba el gran arquitecto Oscar Niemeyer. Le gustaba ver las nubes, “esperando una revelación en sus formas en permanente cambio”. A pesar de su edad avanzada, Niemeyer trabajó hasta los últimos días. En su escritorio se quedó el proyecto de un nuevo edificio de un conocido restaurante de Río de Janeiro.
vs/mo

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