Allende y Fidel, dos recvolucionarios, ejemplos de la historia. |
Por
Dr. Alex Soza Orellana, Partido Comunista de Chile en Cuba, La Habana , 10 de diciembre del
2012
Hace
40 años, un 10 de diciembre de 1972, el presidente Salvador Allende llegaba a
Cuba. Era esperado con expectación por el pueblo cubano, expectación e inquietud,
que se sumó al entusiasmo, ya que su llegada a la Isla fue demorada por
problemas técnicos con el avión, un IL-62 que debía traerlo de Marruecos, donde
estaba varado en Rabat y tuvo que esperar un nuevo aparato enviado desde Moscú
para que pudiera seguir su viaje.
Esta vez el Dr. Salvador Allende venía
como Presidente de la
República de Chile, ya había venido en otras ocasiones y se
enorgullecía de ser amigo de Fidel, Raúl, del Che, de Carios Rafael Rodríguez y
otros dirigentes de la
Revolución Cubana , se enorgullecía de ser amigo del pueblo
cubano.
La visita estaba incluida dentro la gira
Internacional que emprendió el 30 de noviembre de ese año, y que concebía visita
al Perú, a México, la
Unión Soviética , Argelia, Venezuela y también a la sede de
las Naciones Unidas en los Estados Unidos de Norteamérica. Esta gira revistió,
desde su concepción, un gran interés y expectación a nivel nacional e
internacional y precisamente por ello nuestro Compañero Presidente asumió ésta
como una tarea de gran responsabilidad que le permitiría personalmente el
contacto con los gobernantes de los países elegidos y su vez también consolidar
la política exterior y los lazos de amistad con todos los países,
independientemente de sus sistemas políticos y también, muy importante, recabar
comprensión y solidaridad con el proceso revolucionario que él encabezaba.
Su intervención en la Asamblea General
de las Naciones Unidas, el miércoles 4 de diciembre de 1972, marcó un hito
histórico importante, teniendo en cuenta en que fue el primer presidente en la
historia de Chile en ocupar esa tribuna.
Su discurso, con palabras bien
documentadas y en forma sencilla, fue largamente ovacionado. En él señalo que
Chile está enfrentado a serios problemas y realiza sus mejores esfuerzos por la
liberación nacional, por el bienestar y el progreso intelectual, por la defensa
de la dignidad nacional, reafirmó el papel protagónico de los trabajadores y a
su vez denunció y acusó a quienes hacen lo imposible por entorpecer el proceso,
mediante maniobras y medidas abiertas y encubiertas, al imperialismo , mediante
bloqueo financiero, negativas a créditos, embargos y otras formas para asfixiar
la economía y todo esto en un contexto regional desfavorable, con una deuda
prácticamente impagable.
NUESTRO
COMPAÑERO PRESIDENTE llegó a la
Habana como a las 9 de la noche, a las 9 y 45 estaba saliendo
del aeropuerto “José Martí” dirigiéndose por la avenida de Rancho Boyeros, por
la calle Paseo, y por el Malecón siempre ovacionado y saludado por el pueblo
revolucionario de Cuba, para luego tomar 5ta avenida y dirigirse a su destino,
“El Laguito”, donde se alojaría y donde, según dicen, lo esperaba uno de su
postres favoritos: helado de coco.
Al día siguiente, lunes 11, a mediodía sale para Varadero,
pero inevitablemente en su trayecto hace algunas paradas, dentro de ellas en
Alamar, el reparto era en esos momentos protagonista de una de las iniciativas
de la Revolución
para resolver el problema de la vivienda para la población, el Movimiento de
Microbrigadas, en pleno desarrollo en el lugar y en donde ya estaban
terminándose dos escuelas, Allende visita una, la escuela Alamar 2, y
prácticamente su visita deviene en inauguración de la Escuela Primaria
que aproximadamente un año más tarde, un 29 de noviembre de 1973, se llamaría
Escuela Primaria Presidente Salvador Allende , a unos tres meses de su heroica muerte
defiendo el Gobierno Popular en el Palacio de la Moneda aquel 11 de
septiembre de 1973.
El pasado jueves 29 de noviembre de este
presente año, 2012, un grupo de residentes chilenos asistimos invitados por la
dirección de la escuela a una sencilla velada cultural en conmemoración de tan
significativa fecha, fue una hermosa y divertida jornada protagonizada por
estos niños, pioneros, que son el futuro de Cuba, y que en sí reafirma aún más
los lazos de amistad entre el pueblo chileno y el pueblo cubano. Muy lejos
estaría nuestro Compañero Presidente de imaginar que esa escuela llevaría su
nombre, pero es así y su presencia sigue en el lugar, Allende vive en el
quehacer de dicha institución escolar, en su maestros, en sus alumnos, en sus
padres y en los cientos de niños, hoy jóvenes o adultos, que han pasado por
ella en estos casi 40 años, así como los residentes chilenos que vivimos en este
territorio.
Conquistando así el cariño, el
reconocimiento y la imperecedera gratitud del pueblo revolucionario de Cuba”.
El con su singular modestia señaló ante el pueblo cubano que esta
condecoración, este honor, pertenecía al pueblo chileno. Fidel reiteró en esa
ocasión la solidaridad de la Revolución Cubana por Chile, tanto así que “por
Chile, no solo estamos dispuestos a dar nuestra sangre, sino hasta nuestro
propio pan”. El jueves 14 a
las 7 de la mañana Allende dejaba Cuba y continuaba su gira, que fue un gran
éxito, con un balance positivo y esperanzador. El pueblo chileno se sintió, una
vez más, orgulloso de su Compañero Presidente, que se consolidaba como un líder
de talla mundial.
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