El sueño del Canal y la derecha
Managua. Por
Aldo Díaz Lacayo
Aldo Díaz Lacayo*, Radio La Primerísima. | 15 junio de 2013
Realizar los sueños, incluso intentarlo, es tarea de
la izquierda. La utopía es el motor de la historia desde el deslumbramiento de
la conciencia —también tarea de la izquierda. El objetivo de la derecha es la
cadena contraria: la enajenación y el pragmatismo, que encubren con el
realismo. La anti-utopía. La negación de todo, empezando por la historia.
La narración de
la historia por la derecha es la justificación realista de la dependencia
externa. Americanismo, le llamaba Adolfo Díaz, que luego suscribió José María
Moncada, y desde entonces los descendiente de ambos. Siempre desconcertados.
Siempre tratando de adivinar la política del imperio. Históricamente
paralizados. Congelados.
Así han actuado
siempre. Niegan la realización del sueño del Canal y lo atacan erráticamente,
sólo porque suponen adivinar que esa es la política imperial. Porque así lo
sentenció Henry L. Stimson en 1927 cuando cooptó a Moncada. Por realismo, dijo
Moncada: ¿cómo oponerse al imperio?
Eran otras
condiciones geopolíticas internacionales. Hoy día han cambiado sustancialmente.
Tanto que la derecha realista se encuentra dividida frente a la realización del
sueño del Canal que Daniel Ortega (la izquierda), está empeñado en lograr. El
pragmatismo los induce a asociarse a este sueño pero la ignorancia de la
política imperial sobre el tema los obliga a oponerse. Creen que todo sigue
igual. ¿O es que el imperio les ha dado la línea de oponerse? Probablemente, o
simplemente la deja actuar. No pierde nada. A Daniel hay que oponerse siempre.
Quienes conocen
a Stimson no se aventuran a citarlo, demasiado riesgo frente a la dependencia.
Provocan. Citan a Sandino sin saber que se pone la soga al cuello. Simplemente
porque no lo conocen. Seguros de que la cita es un acierto en el ámbito del
marketing político. Daniel traicionando a Sandino. Extraordinario. ¿Se imaginan
al imperio asociándose a Sandino?
¿Que dice Sandino sobre el Canal? Para empezar todo su pensamiento
político internacional gira alrededor del Canal. Es su obsesión. La soberanía
es su obsesión. Nadie, menos el imperio, dice, debe controlar el Canal. Debe
ser nicaragüense y latinoamericano, abierto a todas las naciones del mundo.
Exactamente lo que ha decidido Daniel.
Afirman
dolosamente que China va a controlar el sueño realizado del Canal para subrayar
su afirmación de venta de la soberanía. Y de paso para provocar indirectamente
al imperio con la ilusión de que este descubra sus cartas, haga pública su
política canalera. Provocación imposible. La concreción del sueño del Canal
también está abierta al imperio. La derecha lo sabe.
Insisten
mediáticamente sobre la enajenación de la soberanía por cincuenta y quizás
hasta por cien años. Saben que el Canal será de Nicaragua, jurídicamente y
económicamente.
En este último ámbito, cincuenta y
uno por ciento de la empresa canalera será del Estado de Nicaragua después de
treinta años de operación.
Juegan entonces
a la manipulación de los riesgos ambientales, con énfasis en el lago Cocibolca.
Saben que Daniel se opone a esta probabilidad. Así lo ha dicho siempre. Y saben
también que la decisión está sujeta a los estudios de factibilidad en todos los
ámbitos, empezando por el medioambiental. Los científicos nicaragüenses también
han subrayado esta condición.
El tiempo, a
muy corto plazo, le irá desbaratando el chamarro a la derecha. Empezando por el
desmantelamiento de la realización del sueño del Canal en caso de que los
estudios de factibilidad demuestran su inviabilidad. Y si los estudios
demuestran su viabilidad, la diversidad de los inversionistas les descubrirá su
última carta chamarrera.
Entonces
fingirán demencia. Adoptarán una posición realista, pragmática. Siempre estuvimos
de acuerdo, dirán, sólo queríamos evitar riesgos. En ese momento se
involucrarán con entusiasmo. Sin concederle nada a Daniel. Ya encontrarán la
forma mediática para continuar atacándolo. Derecha es derecha, valga la
tautología.
(*) Historiador y diplomático.
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