Por Jorge Capelán, Radio La Primerísima / Tortilla
con Sal.
De entrada, y
al mejor estilo gangsteril, el editorialista Luis Sánchez Sancho “felicita” a
la denominada “Bancada Democrática” en la Asamblea Nacional
por haberse plegado a las presiones del diario derechista al votar en contra,
ayer, a la inclusión en el Código de Familia de los Gabinetes de la Familia , la Comunidad y la Vida.
El plato es
completado con una aclaración de Pedro J. Chamorro B. en el sentido de que el
hecho de que en el pasado la mayoría de los diputados de la derecha en el
parlamento hayan ratificado otras iniciativas del Gobierno Sandinista “no es un
cheque en blanco, ni siquiera un voto de confianza”.
Sigue el
banquete con una desabrida explicación de la ex-candidata del APRE, Cristiana
Guevara-Mena, que constata que “lamentablemente, el origen de la dictadura no
solo está en la voluntad del dictador, sino también en la voluntad de aquellos
que dicen representar”, es decir, del pueblo que en elecciones libres y por
abrumadora mayoría ha votado por la “dictadura”. El único mérito de esta
aburrida receta: Haber sido compuesta por una columnista unos 40 años menos
vieja que el resto de los habitués de la página editorial de La Pren-CIA .
Luego de estas
tres raciones de bazofia, el lector o lectora está preparado para los platos
fuertes:
El primero, una
creación del ex-secretario de Prensa de la dictadura uruguaya, Danilo Arbilla,
en la que despacha varios litros de bilis sobre la figura del Secretario
General de la OEA ,
Miguel Insulza, y sobre la próxima reunión de cancilleres de la organización el
22 de marzo, que anulará de una vez por todas el uso de su sistema de Derechos
Humanos para desestabilizar a nuestros países.
Es un plato de
sabores amargos, intensos, con una inconfundible desazón ante el hecho cada vez
s palpable de que la OEA
ya no cumple con su misión original de ser el Ministerio de Colonias de los
Estados Unidos en América Latina. En fin, una creación culinaria con ribetes
filosófico-existenciales sobre la imposibilidad de regresar al pasado.
Por último, de
postre, una predecible, forzada y barata comparación entre la renuncia del Papa
Benedicto XVI y el estado de salud del Comandante Chávez.
mérito de este platillo no está en sus
gastados sabores, sino en quien lo rma: Nada más ni nada menos que el necrófilo
consumado Guillermo Cochez, aquel embajador panameño que fue despedido por
haber insultado al Comandante Hugo Chávez Frías en la última reunión de la OEA , durante la cual
distribuyó aquel infame vídeo que, tras ser divulgado masivamente por El País
de España causó repulsa mundial.
El postre de “Chochez”
es adornado por una pequeña joya: El “olvido” por los editores de La Pren-CIA de poner el
nombre del desprestigiado perpetrador del plato, anotando solamente que “El
autor fue Embajador de Panamá ante la
OEA (julio 2009-enero 2013)”.
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Publicado por
Jorge Capelán para Comentarios e Información desde Nicaragua el 2/20/2013
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