Crímenes constantes sufre el pueblo hondureño |
FNRP
Con casi un centenar de campesinos muertos, el Valle del Aguán se ha convertido en el peor escenario del conflicto agrario de Honduras.
Desde noviembre
de 2010, la región se ha mantenido con una fuerte presencia militar por
decisión del gobierno del presidente Porfirio Lobo. Sin embargo, los secuestros
y asesinatos están a la orden del día.
Los últimos
ajusticiados fueron encontrados la mañana del 24 de febrero por miembros del
Movimiento Unificado Campesino del Aguán (MUCA), quienes los identificaron como
Yoni Adolfo Cruz y Manuel Ezequiel Guillén.
Yoni pertenecía a
la empresa Asociativa Campesina Lempira del MUCA y Guillén era miembro del
Movimiento Campesino Recuperación del Aguán (MOCRA). Ellos fueron raptados el
día 21 de febrero, cuando regresaban a sus casas luego de trabajar en el campo.
Sus cuerpos con
las manos atadas, señales de torturas y en estado de putrefacción estaban cerca
de la finca La Concepción. Presentaban impactos de bala.
Líderes de los
diferentes movimientos campesinos del Aguán aseguran que la militarización del
lugar no ha dado resultados.
“La operación
Xatruch no ha dado seguridad al Aguán”, afirmó el MUCA en un comunicado
circulado a través de la red.
¿GUERRILLEROS?
En diciembre de 2009, miles de
campesinos agrupados en el MUCA ocuparon alrededor de 10,000 hectáreas
de tierras en poder del empresario agrícola Miguel Facussé.
La acción provocó
que los medios de comunicación comerciales desplegaran sendas campañas de
desprestigio y acusaron a los labriegos de organizar una célula guerrillera con
propósitos de desestabilizar el país.
La campaña
continuó y en noviembre de 2010 el presidente Porfirio Lobo Sosa, ordenó la
militarización de la zona a través del operativo Tumbador.
El mandatario
argumentó tener en su poder un informe de inteligencia militar que le aseguraba
que en esa región existían grupos armados para desestabilizar al gobierno.
Para este momento
el MUCA había iniciado un proceso de recuperación de varias fincas de palma
africana en poder de los empresarios Miguel Facusse, René Morales y Reinado
Canales.
TUMBADOR
El operativo se
mantuvo durante varios meses y el gobierno no informó si decomisó o no armas.
El gobierno
aparentemente fracasó con Tumbador en su política para poner fin a la violencia
en el Bajo Aguán.
Militares y
policías enfocaron el operativo en desalojar a los campesinos que ocupaban las
fincas, los labriegos, por su lado acusaron a los militares y policías de
violar sus derechos humanos.
XATRUCH
Lobo incrementó
en agosto de 2011 el número de militares y policías en el Aguán a través de la
Operación Xatruch. Con ello, se continuó desalojando a los campesinos.
Las denuncias por
violación a los derechos humanos trascendieron las fronteras y en marzo de
2012, casi 100 congresistas de Estados Unidos instaron a Lobo a solucionar el
conflicto agrario.
Ellos también
pidieron a su gobierno suspender la ayuda militar a Honduras.
“Estados Unidos
debe suspender su asistencia militar a Honduras, ante la ausencia de un serio
compromiso para frenar los abusos de los derechos humanos", dijeron los
políticos estadounidenses en una carta enviada a la secretaria de Estado,
Hillary Clinton.
El Observatorio
Permanente de Derechos Humanos del Aguán también ha demandado suspender las
operaciones militares.
COMPROMISOS
El 13 de abril de 2010, el gobierno se comprometió
a entregar al MUCA 11,000
hectáreas de tierra, de las cuales 7,000 estarían
cultivadas con palma africana y las restantes 4,000 sin cultivar. El MUCA solo
recibió 4,000.
El acuerdo
también señaló que en 90 días el gobierno entregaría otras 3,000 hectáreas y
que en el término de un año los campesinos recibirían 8,000 hectáreas
más.
El gobierno también se comprometió a construir 500
viviendas, un centro de salud y escuelas. Y esos beneficios todavía no los
recibe la población del Aguán.
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