Por Alvaro Verzi Rangel, 9/24/12
Freedom House, una organización no
gubernamental digitada por la central estadounidense de inteligencia CIA,
continúa asesorando y financiando a la oposición venezolana, ahora en
estrategias de guerra sicológica. con el único de fin de derrocar el gobierno
constitucional de Hugo Chávez.
La
última estrategia es la campaña “casa por casa, el recorrido de los caminos de
progreso”, operación que, ampliamente publicitada en el país y en el exterior,
trata de “demostrar” la penetración del candidato opositor en las barriadas
populares.
Esta
operación es parte del incremento exponencial de operaciones psicológicas
dirigidas desde Washington contra Venezuela en particular y América Latina en
general.
La
oficial principal de programas de FH para América Latina, Viviana Giacaman,
atiene Venezuela y cumple la función de asesorar a la oposición y, sobre todo,
afianzar la candidatura de Henrique Capriles Radonsky, con técnicas de
operación sicológica nada originales, ya que ya fueron aplicadas
anteriormente en Panamá, Nicaragua y El Salvador. Durante meses permaneció en
territorio venezolano, alojada en Altamira Suites de Caracas.
Además
de apoyar a Capriles en su búsqueda de una victoria, FH “coopera” en diseñar la
guerra sucia y de desinformación sobre Venezuela, campaña para la cual cuenta
con el apoyo de los cartelizados medios de comunicación comerciales,
venezolanos y extranjeros.
Ya
en 2002, cuando el frustrado golpe de Estado contra el gobierno
constitucional del presidente Hugo Chávez, Feedom House reaccionó
aceptando que “trabajábamos con los que buscan detener la dirección autoritaria
del gobierno de Chávez”. Traducción: estábamos involucrados en el golpe.
La
campaña de desinformación es diseñada para que, llegada la victoria chavista el
7 de octubre, la oposición pueda sustentar la existencia de un fraude
electoral. Para desarrollar la estrategia han creado una “sala situacional”
–que maneja los distintos escenarios y propone “soluciones y acciones” para
cada alternativa- bajo la fachada de trasnacional Procter and Gamble.
Dentro
de estas estrategias está la publicitación de un plan de gobierno por parte del
candidato opositor, mientras se oculta el proyecto real que se prepara para
implementar si llegara al gobierno que mucho tiene que ver con los intereses
económicos, ideológicos y políticos de Washington.
El
abogado constitucionalista (y dirigente opositor) Hermann Escarrá calificó al
documento denominado Primeras ideas de acciones económicas a tomar por el
Gobierno de la Unidad Nacional, como el texto más grave que ha leído en los
últimos años y señaló que “es disolvente de la República, es un documento que
agrede de manera extremadamente seria a la Constitución”.
Según
Escarrá, el programa económico de la MUD también contempla unas medidas
“que pareciera que fueran de emergencia, pero son muy graves”, como la
paralización del sistema de jubilaciones. “Se dice que no son viables, es la
palabra que se utiliza, las misiones. Imagínate por un momento que a alguien se
le ocurriera desconocer las misiones (sociales) y el trabajo de las misiones en
relación con el pueblo de Venezuela y sobre todo de los sectores más frágiles,
más desposeídos”, agregó.
Una historia de terror
Freedom
House tiene su thinh tank en Washington DC y oficinas en una docena de países.
Fue fundada por Wendell Willkie, Eleanor Roosevelt (esposa del entonces
presidente Franklin Delano), George Field, Dorothy Thompson, Hebert Bayard
Swope, entre otros, en 1941, más de 70 años atrás, para promover dentro de la
opinión pública estadounidense la aceptación de que el país entrara en la
guerra contra los países del Eje.
Después
de la guerra, Freedom House ajustó sus actividades hacia la lucha en contra del
comunismo, uniéndose al aparato de inteligencia y desestabilización de
Washington durante la Guerra Fría. En los años 1970, Freedom House entregaba
recursos a medios que repetían la agenda política e ideológica de Washington,
como Radio Free Europe/Radio Liberty, y en los 1980 estuvo involucrada en la
guerra psicológica que desarrollaba Washington y sus aliados en Centroamérica
junto a la recién creada Nacional Endowment for Democracy (NED).
Freedom
House se convirtió en una de las piezas claves de los golpes “suaves” en Europa
Oriental y el Cáucaso, participando activamente en el financiamiento y la
promoción internacional de las organizaciones involucradas junto a la NED,
la USAID, el Open Society Institute y el Project for Transitional Democracy.
Cada año publica un informe titulado “El Estado del Mundo”, que divide todos
los países en tres categorías: países libres, parcialmente libres o dictaduras,
una división totalmente acorde a los intereses de Washington.
En 2005
Freedom House comenzó a trabajar en Venezuela con financiamiento de la USAID
para asesorar y financiar a varios grupos, surgentes ONGs y proyectos de la
oposición. En 2008, aumentó en 90% sus recursos hacia las organizaciones
de la llamada “sociedad civil” en América Latina en comparación con las cifras
entregadas en 2006.
Cuba
y Bolivia fueron los países hacia donde se dirigió principalmente este
incremento. En el caso de Venezuela, Freedom House lo clasificó en 2008 como
país “parcialmente libre”, aumentando su presupuesto en el país a un millón de
dólares.
Numerosos
personalidades del sector neoconservador estadounidense han sido o son miembros
de la Junta directiva de Freedom House, como Morton Abramowitz (miembro
del CFR y miembro de las Juntas Directivas del International Crisis Group y la
NED), Zbigniew Brzezinski (miembro del CFR, la Comisión Trilateral y el Grupo
Bilderberg), Samuel Huntington (inventor de la teoría imperialista del “choque
de civilizaciones” y miembro de la Comisión Trilateral), Thomas Foley (miembro
del CFR, presidente de la Junta Directiva de la Comisión Trilateral), Otto
Reich y Donald Rumsfeld. Hasta 2005, el antiguo director de la CIA, James
Woolsey fue presidente de Freedom House.
En
el 2005, Peter Ackerman, antiguo miembro de la Albert Einstein Institution
(AEI), fundador del International Center on Non Violent Conflict (ICNC)
reemplazóa Woolsey. En la actual Junta Directiva, se encuentra la esposa de
John Negroponte, Diana Villiers-Negroponte.
El
29 de marzo del 2006, el Presidente George W. Bush, dio un discurso en la sede
de Freedom House, en lo cual agradeció la labor hecha por la organización. El
primero de mayo del 2007, en colaboración con el Broadcasting Board of
Governors, Freedom House organizó una conferencia sobre las amenazas a los
medios de comunicación. La invitada principal fue Karen Hughes, entonces
Subsecretaria de Estado por la Diplomacia Pública (la oficina de propaganda).
Dentro de los voceros que participaron a las plenarias, se encontraba el
director de RCTV Internacional: Marcel Granier.
El
Instituto George W. Bush y Freedom House convocaron el 19 de abril de 2010
en Dallas, Texas, un encuentro de “activistas por la libertad y los derechos humanos”
y “expertos en Internet” para analizar el “movimiento global de
ciberdisidentes”.
Al
mismo, asistieron Rodrigo Diamanti de la organización Futuro Presente de
Venezuela; Arash Kamangir de Irán; Oleg Kozlovsky de Rusia; Ernesto Hernández
Busto de Cuba; Isaac Mao de China y Ahed Alhendi de Siria.
También
estuvieron presentes miembros del gobierno estadounidense y otras
organizaciones vinculadas con la comunidad de inteligencia de Washington, como
Oscar Morales Guevara, fundador del movimiento “un millón de voces contra las
FARC” y promotor de un movimiento contra el Presidente Chávez a través de
Facebook; junto a Jennifer Windsor, directora ejecutiva de Freedom House.
Hoy
Freedom House se publicita como una voz a favor de la democracia en el mundo,
pero se financia con fondos públicos estadounidenses, de la USAID, la NED y la
CIA, de la Fundación Nacional Demócrata, y de la World Anticomunist
League, el gobierno de Holanda, el Departamento de Estado (DOS), la Open
Society Institute, entre otras organizaciones.
La cuarta generación, la guerra
sicológica
El
Centro Nacional de Inteligencia del Ejército de EEUU desclasificó –claro,
parcialmente- un documento que confirma que el equipo de operaciones más
poderosos del Pentágono está empleando sus esfuerzos para descabellar la
administración bolivariana.
El
documento, de 2006, fue elaborado por el Grupo 4 de Operaciones Psicológicas y
el Centro Nacional de Inteligencia, ambos del ejército norteamericano, y deja
en claro que este único equipo de guerra sicológica está trabajando en la
región, contra el gobierno bolivariano, como antes lo hiciera en Afganistán e
Iraq. (1).
Esta
unidad, cuya misión es la de desplegarse rápidamente en cualquier lugar del
mundo para planificar, desarrollar y conducir operaciones sicológicas y asuntos
civiles en apoyo a las fuerzas y las agencias gubernamentales estadounidenses,
está compuesta por mil 300 funcionarios, el 26% de los efectivos de operaciones
sicológicas del ejército. El 74% restante son reservistas.
El
personal del Grupo 4 está compuesto por expertos regionales, expertos en
mercadeo, publicistas, historiadores, sociólogos y lingüistas que pueden
comprender las sutilezas y particularidades políticas, culturales, étnicas y
religiosas y que desarrollen su trabajo a través de plataformas periodísticas
(gráficas y de diseño e imagen, sonoras, audiovisuales, comunicaciones
tácticas) para lograr influir en los imaginarios colectivos.
Las recomendaciones de Freedom House
Martin
Edwin “Mick” Andersen fue director para América Latina y el Caribe de los
programas del National Democratic Institute for International Affairs (NDI),
como miembro profesional del comité de Relaciones Exteriores del Senado
estadounidense y Asesor del Departamento de Planificación de Políticas del
Departamento de Justicia.
Entre
las recomendaciones que formula Martin Edward Andersen en la página de Freedom
House (cualquier parecido a la diatriba opositora ¿es pura coincidencia?), se
destacan:
a) Que el gobierno debiera tomar medidas para
liberar al estado de “excesivas regulaciones burocráticas” y otros controles
que “incrementan las oportunidades de corrupción”, que ayudarían al mayor
respeto a la propiedad privada, reducirían su papel empresario y eliminarían
“innecesarios procedimientos” que desestimulan el crecimiento económico
b) Las leyes confiscatorias concernientes a los
derechos de propiedad deben ser abolidas y las disputas existentes, deben ser
puestas en manos de autoridades internacionales. Asimismo, el gobierno debe
reconocer tierras tradicionalmente habitados por “gente nativa” como
territorios pertenecientes a cada grupo indígena.
c) La utilización de militares activos y retirados
de las fuerzas armadas en la administración pública debe ser reducida
significativamente. Los militares deben ser sujetos al escrutinio de un
inspector general independiente.
d) Las torturas llevadas a cabo por agentes del
estado deben ser penalizadas con la misma severidad que el crimen. Deben dar órdenes
claras a los militares y a los agentes de seguridad para que no utilicen
“fuerza excesiva” para reprimir demostraciones y protestas públicas.
e) El Presidente y otros altos funcionarios deben
refrenar sus altamente cargadas e intimidatoria retórica contra opositores.
Deben re-redactarse las leyes y regulaciones para los organizaciones que
reciben recursos de gobierno extranjeros o cuyos líderes no sean venezolanos.
f) Debe abolirse la Ley de Responsabilidad Social
en Radio y Televisión.
Coincidentemente,
el reporte global anual sobre libertad de expresión difundido en mayo
último por la organización estadounidense Freedom House, ubica a Venezuela
como un país sin prensa libre. “Muchos países de la región ven a Venezuela como
un modelo sobre el cambio de la dinámica social y es un modelo muy negativo”,
explicó Karin Karlekar, directorapara las Américas.
Agregó
que el país “está exportando en la región su modelo en el que hay medios
subsidiados por el gobierno, para un mayor control del contenido”. Tal como el
año anterior, Freedom House incluyó a Venezuela junto a Cuba, Honduras y México
como los países sin prensa libre. En el caso de Venezuela se ubicó en la
posición 168 de los 197 países evaluados.
Casualmente,
como enviado de Newsweek, cubrió las operaciones de Sendero Luminoso en las
selvas de Ayacucho, Perú, en 1981.
(1) Ver La Agresión Permanente, de
Jean-Guy Allard y Eva Golinger.
Álvaro Verzi Rangel
Investigador
del Observatorio en Comunicación y Democracia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.