En la ONU, Cuba se encamina a dar otra paliza a EE UU
Comenzó la ronda de intervenciones presidenciales
en la 67º Asamblea General de la ONU. Uno de los temas será el bloqueo estadounidense
contra Cuba. Será otra vez paliza cubana, como desde 1992.|
Por EMILIO MARÍN
Las preocupaciones políticas del mundo
se ponen en la vidriera de la ONU durante los dos meses que delibera la Asamblea
General. Que se solucionen, ese ya es otro precio. Y que no hay igualdad de derechos
entre los 195 países miembros, por aquello del derecho a veto de los cinco grandes
del Consejo de Seguridad, también es sabido.
En ese variado menú, en el 67º período
de sesiones de la Asamblea General, están incluidos asuntos importantes como la
situación en Siria, las amenazas de agresión israelita contra Irán, el reconocimiento
a Palestina, la crisis económica internacional con epicentro en España y el bloqueo
de Estados Unidos contra Cuba. Algunos son tópicos relativamente nuevos, como la
violenta rebelión en Damasco, alentada por EE UU y potencias capitalistas. Otros
tienen su antigüedad, como la crisis económica, las campañas contra el país persa
y el bloqueo a la isla del Caribe.
En este último asunto, la entidad mundial
votó en 1992 por primera vez una resolución auspiciada por La Habana reclamando
a Washington que levantara el bloqueo. Desde entonces hubo veinte resoluciones de
ese tenor, cada año con mayor número de votos para Cuba.
Las aritméticas no gobiernan la política,
que no es una ciencia exacta, pero indican tendencias y correlaciones de fuerza.
La votación celebrada el 25 de octubre de 2011 arrojó un resultado abrumador: 186
países a favor de la isla, 2 en contra (EE UU y su fiel escudero Israel) y tres
abstenciones, correspondientes a tres islas casi ignotas como las Marshall.
Lo notable de ese guarismo es que grafica
que prácticamente el mundo capitalista sufragó en contra de EE UU, incluso sus más
estrechos aliados de la Unión Europea, Canadá y Japón. La reflexión es que si hasta
estas potencias ponen tanta distancia con el imperio, quiere decir que sus “razones”
no convencen a nadie. Ni siquiera a quienes son sus aliados íntimos en la mayoría
de los asuntos internacionales. Otra cosa es que la parte damnificada (Cuba) logre
que el gobierno condenado en el Palacio de Cristal cumpla con la votación, veinte
veces reiterada en los mismos términos condenatorios. Barack Obama, que habló en
segundo término en la apertura de estas sesiones, no se refirió a Cuba. Y cuando
llegue la hora de votar, seguramente en la última semana de octubre, enviará a su
representante Susan Rice, quien pondrá su mejor cara de cemento para explicar que
no se trata de un bloqueo sino de un “embargo” o tema bilateral, que no incumbe
a la organización multilateral.
Como la Asamblea General no tiene derecho
sancionatorio –reservado al Consejo de Seguridad- aún con ese previsible resultado
adverso para la Casa Blanca, el bloqueo seguirá afectando la vida de los 11 millones
de cubanos. Esa es la contradicción: la administración Obama perderá por goleada
la votación, pero Cuba seguirá penando con el bloqueo, que afecta su comercio y
perjudica la vida de su población, perseguido su turismo, sus vacunas, su azúcar
y su níquel como si éstas fueran armas prohibidas y de exterminio.
Dilma la primera
La presidenta que inauguró el período
de sesiones el martes 25/9 fue Dilma Rousseff y tuvo párrafos de condena al bloqueo
y de solidaridad expresa con la Patria de José Martí.
“Quiero referirme a un país hermano,
querido de todos los latinoamericanos y caribeños, Cuba, que ha avanzado en la actualización
de su modelo económico y para seguir adelante en ese camino, necesita del apoyo
de aliados próximos y distantes”, refirió. “Precisa del respaldo de todos. Sin embargo,
la cooperación para el desarrollo de Cuba es perjudicada por el bloqueo económico
que hace décadas golpea a su población”, añadió.
Rousseff apuntó directamente al bloqueador
Obama, al decir que “está más que llegada la hora de poner fin a ese anacronismo,
condenado por la inmensa mayoría de los países de las Naciones Unidas". Es
posible que esa firme postura brasileña estuviera influenciada por el clima tirante
en la relación bilateral, luego que funcionarios estadounidenses criticaran políticas
soberanas de Brasil tildadas de “proteccionistas”. Peor aún, esos funcionarios deslizaron
la posibilidad de sanciones, siendo que para el gobierno sudamericano se trata de
decisiones nacionales en regla con los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio.
Como sea, fue sintomático que el país
más importante de América Latina y el Caribe se despachara en el inicio de la ronda
de discursos presidenciales con esa clara reprobación del bloqueo norteamericano
y levantara su voz a favor de la Mayor de las Antillas.
Después vendrán otros mandatarios en
la misma sintonía, pues Evo Morales, Rafael Correa y otros miembros de UNASUR y
CELAC tienen una posición similar. Por la campaña electoral que desembocará el domingo
7/10 no estará presente Hugo Chávez, pero la delegación de Venezuela también dirá
lo suyo a favor de Cuba, el otro socio fundador del ALBA en 2004.
El informe presentado días atrás por
el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla sobre el bloqueo dedicó un capítulo
al inventario de los diferentes organismos internacionales que tomaron una postura
en este diferendo, en el lapso que va entre la Asamblea General de 2011 y la que
se está celebrando ahora.
La XVII Sesión de la Unión Africana,
efectuada en Guinea Ecuatorial; el Consejo Latinoamericano del SELA, reunido en
Caracas; la IV Cumbre de Jefes de Estado de la Comunidad del Caribe (CARICOM); la
XXI Cumbre Presidencial del Mercosur en Paraguay; la UNASUR, la CELAC reunida en
Venezuela y el Movimiento de Países No Alineados que deliberó en Sharm El Sheik
y Teherán; la VIII Reunión Extraordinaria de la Alianza Bolivariana para los Pueblos
de Nuestra América (ALBA), etc. fueron algunos de los foros que condenaron el bloqueo,
amén de la citada 66º Asamblea General de la ONU. Fue como decirle al imperio: “basta
de bloqueo, ríndete, estás rodeado”.
Los daños
El Informe del canciller cubano documenta
daños económicos directos por un billón (millón de millones) 66.000 millones de
dólares, desde el comienzo del bloqueo apenas empezada la revolución cubana, hasta
la fecha. Esa cifra considera la depreciación del dólar frente al valor del oro
en el mercado internacional. En cambio, tomado a moneda corriente, dijo Rodríguez
Parrilla, el cálculo más conservador indica que el daño provocado alcanzó los 108.000
millones de dólares.
Una de las represalias salientes de
este período fue la multa impuesta por EE UU al banco ING, holandés, por 619 millones
de dólares, por realizar transacciones financieras con la isla. El director de de
la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), Adam Szubin, declaró sin ruborizarse
que la intención era escarmentar a otras firmas.
“Nuestras sanciones legales reflejan
nuestros principales intereses en seguridad nacional e intereses en política exterior.
Este anuncio histórico debería servir como una clara advertencia a cualquiera que
planee aprovecharse de evadir las prohibiciones de EEUU”, declaró Szubin.
No fue única sanción. “Se le impusieron
multas a otras tres por un monto de 89 millones 176 mil 408 dólares por violar conjuntamente
las regulaciones sobre Cuba y otros países. En este caso, el estadounidense JP Morgan
Chase desembolsó la mayor parte, al liquidar un adeudo de 88.3 millones de dólares”,
consignó el documento de la cancillería caribeña.
Pero tanto o más grave que esas afectaciones
generales y multas a empresas para tratar de asfixiar a Cuba, son las consecuencias
del bloqueo en materia de compras frustradas de alimentos, medicamentos y otros
productos de imperiosa necesidad.
Por ejemplo, tómese nota de esta denuncia
concreta contenida en el Informe que ya circula en todas las delegaciones asistentes
a la 67º Asamblea General. “Una Empresa intermediaria canadiense canceló el contrato
de venta que había suscrito con Medicuba para la adquisición de Kits (HIV-1P24 ELISA)
de fabricación norteamericana, que permite el diagnóstico de SIDA en niños de madres
seropositivas al HIV/SIDA, al conocer que el destino final del producto era Cuba”.
Como esta, son muchísimas las arbitrariedades y perjuicios contra la salud de los
cubanos basadas en un bloqueo que califica como acto de guerra. Aunque a alguna
gente le cueste creerlo, con Obama en la Casa Blanca ese delito, lejos de atenuarse,
recrudeció y se tornó aún más criminal. Por cierto que el republicano Mitt Rommey
está listo para subir aún más esa apuesta inhumana, razón por la cual sería interesante
que alguno de los 15 miembros del Consejo de Seguridad –entre ellos Argentina, miembro
no permanente a partir de ahora- proponga sanciones al imperio. Ha desacatado veinte
resoluciones de la Asamblea General contra el bloqueo, que en tres semanas serán
veintiuna, votadas por una abrumadora mayoría del planeta. ¿Hasta cuándo se tolerará
tamaña impunidad? Cuba es la agredida directa pero la ofensa es a toda la humanidad.
Fuente: http://www.laarena.com.ar/opinion-en_la_onu__cuba_se_encamina_a_dar_otra_paliza_a_ee.uu.-82465-111.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.