Cortesía de Cubainformación:
Si aplicáramos el Código Penal español, de probarse el delito de conducción temeraria con resultado de muerte, Ángel Carromero (conductor español) podría enfrentarse a una pena de varios años de cárcel. En la foto el sepelio del `disidente´cubano Oswaldo Payá. |
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en You Tube: http://youtu.be/0HYLCyFwnJI
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.-
Noticia en el informativo del canal privado colombiano NTN24 (1): “Testimonio
clave: habló en Cuba el español que resultó herido en el accidente de tránsito
que terminó con la vida del disidente Oswaldo Payá. Ángel Carromero declaró ante
las autoridades que él conducía el automóvil en el que viajaba el opositor.
Señaló que no alcanzó a ver una señal de tráfico para reducir la velocidad y que
perdió el control del vehículo, que salió de la carretera. Las palabras de
Carromero, dirigente de Nuevas Generaciones del Partido Popular en España,
desvirtúan así la versión de la familia de Payá, que señala que el disidente fue
asesinado”.
La tesis del supuesto “asesinato” de los “disidentes”
cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero es el centro de una nueva gran campaña
mediática contra el Gobierno cubano (2).
A pesar de haber sido desenmascarada absolutamente
por el testimonio del propio conductor del vehículo accidentado, esta mentira
sigue ocupando la agenda informativa, y tapando un elemento esencial en los
acontecimientos: las responsabilidades de tipo penal del político del Partido
Popular español Ángel Carromero, conductor y causante directo de la muerte de
dichas personas. Si aplicáramos el Código Penal español, y de probarse un delito
como el de conducción temeraria con resultado de muerte, Carromero podría
enfrentarse –en su país- a una pena mínima de cárcel de 2 años (3). Las
aceleradas gestiones del Gobierno español para que el político salga de la Isla
son un intento evidente de evitar la aplicación de la Justicia cubana (4).
En este sentido, no pocos medios han especulado sobre
una supuesta retención ilegítima de Ángel Carromero en Cuba, con fines de
chantaje (5). Un representante del Partido Popular -el diputado y secretario
técnico del PP Teófilo de Luis- desmentía esto ante las cámaras de un canal
colombiano, confirmando que la Justicia cubana está siguiendo un protocolo común
a este tipo de casos (6).
Pero volvamos a la tesis del “asesinato”. En los
últimos días centenares de diarios, radios, televisiones y webs de todo el mundo
han reproducido, hasta la saciedad, las acusaciones de la familia del fallecido
Oswaldo Payá y de otros miembros de la llamada “disidencia” cubana, acerca de la
supuesta embestida de un vehículo camuflado, que sería el origen del accidente
(7).
Esta versión, a pesar de quedar desmontada por las
declaraciones del conductor, sigue siendo difundida por medios de todo el mundo,
que tratan de sacar provecho del morbo periodístico. Finalmente, “disidencia”
cubana y medios internacionales persiguen que la duda y la sospecha queden
instaladas para siempre en una ciudadanía ya permeable a cualquier mensaje
culpabilizador del Gobierno cubano.
El funeral por Oswaldo Payá ha sido también objeto de
todo tipo de exageraciones informativas. Canales de televisión de todo el mundo,
como el español La Sexta, hablaban de la presencia en él de miles de seguidores
de Payá (8). Los medios han tratado de presentar como “disidentes” al vecindario
entero del barrio habanero de El Cerro, que durante el funeral salió de sus
casas atraído por el despliegue de cámaras de televisión extranjeros. Lo cierto
es que entre familiares, amistades, “disidentes” venidos de toda Cuba,
corresponsales extranjeros y diplomáticos no llegaban a cien personas las que
acudieron a la iglesia de San Salvador del Mundo, mostrando una vez más el apoyo
popular absolutamente residual de la llamada “disidencia” cubana (9).
Los medios han asegurado también que al menos medio
centenar de personas fueron detenidas durante el funeral, cifra absolutamente
inflada (10). La propia bloguera “disidente” Yoani Sánchez, en su crónica para
el diario español “El País”, daba los nombres de –exactamente- 5 personas
arrestadas, que fueron –por cierto- puestas en libertad horas después (11).
Ninguna de estas personas fue golpeada -tal como se aprecia en las imágenes de
varios canales internacionales (12)-, algo que contradice la versión publicada
en numerosos medios sobre una supuesta intervención policial a golpes
(13).
Por supuesto, el sistema mediático no ha dejado el
menor resquicio para quienes rebaten sus versiones informativas oficiales. El
político español Cayo Lara ha sido víctima, en los últimos días, de un
escandaloso linchamiento mediático por recordar –sencillamente- que Oswaldo Payá
falleció en un accidente de tráfico, y que su muerte es igual de lamentable que
la de tantas miles de personas en el mundo que mueren en circunstancias
similares (14). Pero decir públicamente algo tan evidente puede supone empezar a
pagar el precio de la verdadera disidencia.
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