jueves, 21 de junio de 2012

Argentina: Lo que demuestra una vez más el conflicto Gobierno-Moyano



El sindicalista Hugo Moyano y Cristina Fernández de Kirchner.


Lo que demuestra una vez más el conflicto Gobierno-Moyano
La inviabilidad de la conciliación de clases

El conflicto entre el gobierno y el gremio de camioneros, más precisamente con Hugo Moyano, nos demuestra la INVIABILIDAD del peronismo y su ideología de "conciliación de clases". La interna de ese movimiento que quiere "hermanar" al explotado con su explotador, pone en vilo a toda la sociedad, PERO NO PUEDE CONTRA LAS CONTRADICCIONES IRRECONCILIABLES QUE PROVOCAN LA LUCHA DE CLASES.

Es así que Moyano -un impresentable burócrata que se enriqueció en un puesto que debió ser de lucha en favor de los intereses de los trabajadores- pasó de ser "el sostén obrero", la "columna vertebral" del gobierno kirchnerista, a su opositor "mediáticamente" más acérrimo. Y es que más allá de las pujas de poder que hay entre estos impresentables (de un lado y del otro), los camioneros se montan para la protesta en un hecho objetivo de la lucha de clases: el que el estado burgués (es decir, de los patrones) quiera cobrarle un impuesto "a las ganancias" al salario, una aberración ideológica; sumándole a eso las restricciones al salario familiar, lo que produce un enorme latrocinio del estado al bolsillo de los trabajadores.

Ni que hablar que esos recursos se utilizan para pagar la Deuda ilegítima, ilegal y fraudulenta, y para subsidiar a las empresas que explotan a los trabajadores.

LA PROTESTA, ENTONCES, ES ABSOLUTAMENTE JUSTA

Más allá de los dimes y diretes de la política burguesa, lo cierto es que querer juntar el agua con el aceite ES IMPOSIBLE, tanto como amigar a patrones con sus obreros.

El peronismo es una mentira que sólo puede atrasar la inevitabilidad de los conflictos que provocan los sistemas de explotación. Es más: las termina reproduciendo en su interna. Los '70 fueron una muestra de ello, con la Triple A por un lado y los Montoneros y la Jp del otro. Hoy la historia se repite (como "farsa"): los que ayer se abrazaban, hoy se escupen en la cara.
La única forma de evitar la conflictividad es una sociedad sin clases, y es por eso que los trabajadores debemos luchar para romper todas nuestras cadenas.
No sólo de los patrones, no sólo de las Cristinas, sino también de los mercenarios como los Moyano

Gustavo Robles

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