Por Teodoro
Rentería Arróyave
De
acuerdo con las declaraciones del presidente de la Comisión de Justicia del
Senado de la República, el panista Roberto Gil Zuarth -todos lo recordamos: ex
secretario particular del ex presidente, Felipe Calderón Hinojosa y jefe de la
malograda campaña electoral de la frustrada candidata a la Presidencia de la
República, Josefina Vázquez Mota-, la federalización de los delitos contra
periodistas y medios de comunicación resultó una grosera y vulgar vacilada.
Después
de afirmar que las reformas buscan que el Ministerio Público no pueda evadir la
responsabilidad de atraer e investigar un caso cuando implique violaciones a
las libertades informativas o de expresión, recordó que “la reforma
constitucional no federalizó la materia, sólo le dio la facultad de atracción,
en consecuencia, los delitos que le corresponde investigar a la federación son
aquellos que se comentan por servidores públicos de ese orden, lo que es el
límite fundamental de la facultad legislativa”. “El resto”, agregó, “está
reservado para los estados, porque hay que mantener un equilibrio natural entre
las facultades del Estado y las entidades”.
Para
atemperar su muy especial interpretación de la Reforma Constitucional, que
tantos años de lucha le ha constado al gremio organizado, para quedar como al
principio, el senador blanquiazul nos sale ahora con el cuento de que el Senado
discutirá y, en su caso, dictaminará en comisiones la adición de una cláusula
al Código Penal Federal para incluir a los servidores públicos en eventuales
responsabilidades de delitos contra periodistas o instalaciones de medios de
comunicación.
Dijo
textual: “A quien cometa un hecho que la ley señale como delito contra
periodistas, personas o instalaciones que afecte, limite o menoscabe el derecho
a la información o las libertades de expresión o de imprenta, además de la pena
que corresponda al delito cometido, se le impondrá prisión de uno a cinco años
y de 100 a 500 días de multa: se aumentará hasta en una mitad la pena señalada
cuando el delito sea cometido por un servidor público en funciones o cuando la
víctima sea mujer y concurran razones de género”.
Así es,
las comisiones de Justicia, Derechos Humanos, Gobernación y Estudios
Legislativos de la Cámara Alta, según dijo el legislador panista, tienen listo
el dictamen que delimitará con precisión –así textual, delimitará con
precisión-, los casos en que la federación atraerá estos delitos y también
establecerá las nuevas facultades del Ministerio Público y de la Fiscalía
Especializada, adscrita a la Procuraduría General de República, PGR.
De
aprobarse la reforma, el MP, insiste, podrá atraer casos cuando haya indicios
que permitan presumir que en la agresión participó algún servidor público o la
autoridad competente de conocer y perseguir el delito no haya actuado con
debida diligencia o haya sido incapaz de seguir el delito.
De
acuerdo, según estudios e investigaciones muy serios, existen graves
señalamientos de que la mayoría de las agresiones a periodistas y medios de
comunicación son cometidos por funcionarios de los tres niveles de gobierno:
municipal, estatal y federal; pero de ahí, a que se limite con precisión la
federalización de dichos delitos, caemos en la cuenta de que la mencionada
federalización resulta una vacilada, una tomadura de pelo.
*Teodoro Rentería Arróyave
*Periodista y escritor. Secretario de Desarrollo Social de FELAP y Presidente fundador y vitalicio honorario de FAPERMEX.
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